El Papa reitera: “En la Iglesia no hay lugar para los abusos”
(Ciudad del Vaticano, 30 Sep. 2024). “«Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar». Con estas palabras, dirigidas a los discípulos, Jesús pone en guardia del peligro de escandalizar, es decir, de obstaculizar el camino y lastimar la vida de los ‘pequeños’. Es una admonición fuerte, una admonición severa, sobre la que debemos detenernos a reflexionar”, indicó…