(Ciudad del Vaticano, 18 May. 2022). “Como el Hermano Charles, sigan imaginando a Jesús caminando entre la gente, que lleva adelante con paciencia un trabajo fatigoso, que vive en la cotidianidad de una familia y de una ciudad”, exhortó el Papa Francisco a los miembros de la Asociación Familia Espiritual Charles de Foucauld que viajaron a Roma con motivo de su canonización, a quienes recibió esta mañana en audiencia.

“¡Cuán contento está el Señor al ver que se lo imita en el camino de la pequeñez, de la humildad, del compartir con los pobres!”, dijo el Papa, quien destacó que “Charles de Foucauld, en el silencio de la vida eremítica, en la adoración y en el servicio a los hermanos, escribió que mientras ‘nos inclinamos a poner en primer lugar las obras, cuyos efectos son visibles y tangibles, Dios da el primer lugar al amor y luego al sacrificio inspirado por el amor y a la obediencia derivada del amor’”.

“Como Iglesia, tenemos necesidad de volver a lo esencial, de no perdernos en tantas cosas secundarias, con el riesgo de perder de vista la pureza sencilla del Evangelio”, advirtió Francisco, quien centró su discurso en “la esencialidad y la universalidad de la fe”, que Charles de Foucauld fue capaz de sacar a la luz, convirtiéndose en “un profeta de nuestro tiempo”.

Hablando luego de la “universalidad”, el Pontífice resaltó que “el nuevo Santo vivió su ser cristiano como un hermano de todos, comenzando por los más pequeños”, y “no tenía como objetivo convertir a los demás, sino vivir el amor gratuito de Dios, poniendo en práctica ‘el apostolado de la bondad’”. En este sentido, el Papa recordó que Charles de Foucauld escribió: “Quiero acostumbrar a todos los cristianos, musulmanes, judíos e idólatras a considerarme como su hermano, el hermano universal”.

“Y para hacerlo, abrió las puertas de su casa para que fuera ‘un puerto’ para todos, ‘el techo del buen Pastor’. Les agradezco porque llevan adelante este testimonio, que hace tanto bien, especialmente en un tiempo en el que se corre el riesgo de encerrarse en los particularismos, de aumentar las distancias y de perder de vista al hermano”, les dijo el Papa.

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