El Papa: “Promover un multilateralismo que no dependa de las circunstancias políticas cambiantes o de los intereses de unos pocos”
(Ciudad del Vaticano, 4 Mar. 2025). “En la Asamblea General de este año se han propuesto abordar la cuestión que hoy se define como «policrisis». Esta concierne a algunos aspectos fundamentales de su actividad de investigación en el campo de la vida, la salud y la asistencia. El término «policrisis» evoca la gravedad de la coyuntura histórica que estamos viviendo, en la que confluyen guerras, cambio climático, problemas energéticos, epidemias, fenómenos migratorios y la innovación tecnológica. La combinación de estas dificultades, que afectan simultáneamente a diferentes dimensiones de la vida, nos lleva a preguntarnos acerca del destino del mundo y de nuestra comprensión del mismo”, observa el Papa Francisco en su Mensaje a los participantes en la Asamblea General de la Pontificia Academia para la Vida, publicado este lunes y fechado el 26 de febrero en el Policlínico Gemelli, donde se encuentra hospitalizado.
“Un primer paso que debemos dar es examinar con mayor atención cuál es nuestra representación del mundo y del cosmos. Si no lo hacemos y si no analizamos seriamente nuestras profundas resistencias al cambio, tanto como personas como como sociedad, seguiremos haciendo lo que hemos hecho con otras crisis, incluso muy recientes”, y “otro paso importante para evitar quedarnos inmóviles, anclados en nuestras certezas, en nuestras costumbres y en nuestros miedos, es escuchar atentamente la contribución de los conocimientos científicos”, indica el Papa, quien subraya que “estas formas de interpretar el mundo y su evolución, con las inéditas modalidades de relación que les corresponden, pueden darnos signos de esperanza, que buscamos como peregrinos durante este año jubilar”.
“También por esta dimensión comunitaria de la esperanza, ante una crisis compleja y planetaria, estamos solicitados a valorar los instrumentos que tengan un alcance global. Lamentablemente, debemos constatar una progresiva irrelevancia de los organismos internacionales, que se ven minados también por actitudes miopes, preocupadas por proteger intereses particulares y nacionales. Y, sin embargo, debemos seguir comprometidos con determinación en favor de organizaciones mundiales más eficaces, dotadas de autoridad para asegurar el bien común mundial, la erradicación del hambre y la miseria y la defensa segura de los derechos humanos fundamentales”, recalca Francisco, quien reitera que “de esta manera se promueve un multilateralismo que no dependa de las circunstancias políticas cambiantes o de los intereses de unos pocos y que tenga una eficacia estable”, y enfatiza que “se trata de una tarea urgente que concierne a toda la humanidad”.