El Papa: “Ofrecer, dar gracias y compartir”

El Papa: “Ofrecer, dar gracias y compartir”

(Ciudad del Vaticano, 28 Jul. 2024). “Hoy, el Evangelio de la Liturgia nos habla del milagro de los panes y los peces. Un milagro, es decir, un ‘signo’, un ‘signo’, cuyos protagonistas realizan tres gestos que Jesús repetirá en la Última Cena”, explicó el Papa Francisco este mediodía en su meditación previa al Angelus, subrayando que estos tres gestos son “ofrecer, dar gracias y compartir”.

“Primero: ofrecer. El Evangelio habla de un muchacho que tiene cinco panes y dos peces. Es el gesto con el que reconocemos que tenemos algo bueno que dar, y decimos nuestro ‘sí’ incluso si lo que tenemos es demasiado poco con respecto a lo que se necesita”, resaltó el Papa, quien recordó que esto se subraya en la Misa, “cuando el sacerdote ofrece sobre el altar el pan y el vino, y cada uno se ofrece a sí mismo, su propia vida”, y recalcó que “es un gesto que puede parecer poca cosa si pensamos en las inmensas necesidades de la humanidad, al igual que los cinco panes y los dos peces ante una multitud de miles de personas”, pero “Dios hace de él la materia para el milagro más grande que existe: aquel en el que Él mismo, Él mismo se hace presente entre nosotros, para la salvación del mundo”.

“Y así se comprende el segundo gesto: dar gracias”, esto es, “decir al Señor con humildad, pero también con alegría: ‘Todo lo que tengo es don tuyo, Señor, y para agradecerte yo solamente puedo devolverte lo que Tú me has dado primero, junto con tu Hijo Jesucristo, añadiendo lo que puedo’. Cada uno de nosotros puede añadir algo”, indicó Francisco, quien luego habló del tercer gesto: compartir.

“En la Misa es la Comunión, cuando juntos nos acercamos al altar para recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo, fruto del don de todos transformado por el Señor en alimento para todos. Es un momento muy hermoso” que “nos enseña a vivir cada gesto de amor como un don de la gracia, tanto para quien da como para quien recibe”, subrayó el Papa, quien invitó a todos a preguntarse: “¿Yo creo verdaderamente, por gracia de Dios, que tengo algo único que donar a los hermanos, o me siento anónimo, ‘uno entre muchos’?”, “¿agradezco al Señor los dones con los que continuamente me manifiesta su amor?” y “¿vivo el compartir con los demás como un momento de encuentro y enriquecimiento recíproco?”.

“Que la Virgen María nos ayude a vivir con fe cada Celebración eucarística, y a reconocer y gustar todos los días los ‘milagros’ de la gracia de Dios”, concluyó Francisco, quien, después de la oración mariana, recordó que hoy se celebra la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, señaló que “el abandono de los ancianos es una triste realidad a la que no nos debemos acostumbrar” y exhortó: “No olvidemos a los ancianos”.

Foto © Vatican Media

Los comentarios están cerrados.