El Papa: “Sembrar con confianza el Evangelio allí donde estemos”

El Papa: “Sembrar con confianza el Evangelio allí donde estemos”

(Ciudad del Vaticano, 16 Jun. 2024). “Hoy el Evangelio de la liturgia nos habla del Reino de Dios a través de la imagen de la semilla. Varias veces Jesús usa esta similitud y hoy lo hace invitándonos a reflexionar en particular sobre una actitud importante vinculada con la imagen de la semilla y la actitud es la espera confiada”, explicó el Papa Francisco este mediodía en su meditación previa al Angelus.

“En efecto, en la siembra, por buena y abundante que sea la simiente que esparce el agricultor y por bien que prepare la tierra, las plantas no brotan inmediatamente: ¡hace falta tiempo y hace falta paciencia! Por ello, es necesario que después de sembrar este sepa esperar con confianza, para permitir a las semillas que se abran en el momento preciso y a los brotes que germinen en la tierra y crezcan, lo suficientemente fuertes como para asegurar, al final, una cosecha abundante. Debajo de la tierra ya se está produciendo el milagro, hay un enorme desarrollo, pero es invisible, se necesita paciencia y, mientras tanto, es necesario seguir cuidando las tierras labrantías, regarlas y mantenerlas limpias, a pesar de que en la superficie parezca que no sucede nada. También el Reino de Dios es así. El Señor deposita en nosotros las semillas de su Palabra y de su gracia, semillas buenas y abundantes, y después, sin dejar de acompañarnos, espera con paciencia”, recordó el Papa, quien recalcó que “el Señor nos da un ejemplo: nos enseña también a nosotros a sembrar con confianza el Evangelio allí donde estemos y después a esperar que la semilla plantada crezca y dé fruto en nosotros y en los demás, sin desanimarnos y sin dejar de apoyarnos y ayudarnos unos a otros, incluso allí donde, a pesar de los esfuerzos, nos parece que no se ven resultados inmediatos”.

“A menudo, de hecho, también entre nosotros, más allá de las apariencias, el milagro está ya en marcha y a su debido tiempo dará frutos abundantes. Por ello, podemos preguntarnos: ¿Yo dejo sembrar en mí la Palabra? ¿A mi vez, siembro con confianza la Palabra de Dios en los ambientes en los que vivo? ¿Soy paciente a la hora de esperar, o me desanimo porque no veo inmediatamente los resultados? Y, ¿sé confiar todo serenamente al Señor, al tiempo que doy lo mejor de mí para anunciar el Evangelio? Que la Virgen María, que acogió e hizo crecer en su interior la semilla de la Palabra, nos ayude a ser sembradores generosos y confiados del Evangelio”, concluyó Francisco.

Foto © Vatican Media

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