El Papa: “Una sociedad que no esté basada en la entereza moral será una sociedad enferma con relaciones humanas e institucionales pervertidas por el egoísmo, la desconfianza, el miedo y el engaño”

El Papa: “Una sociedad que no esté basada en la entereza moral será una sociedad enferma con relaciones humanas e institucionales pervertidas por el egoísmo, la desconfianza, el miedo y el engaño”

(Ciudad del Vaticano, 12 Mar. 2024). “Dios nos llama a un cambio de mentalidad absoluto sobre nuestra concepción de las relaciones privilegiando al menor, al pobre, al servidor, al ignorante, sobre el mayor, el rico, el amo, el letrado, en base a la capacidad de acoger la gracia que nos viene dada por Dios y de hacernos nosotros mismos don para los demás”, indica el Papa Francisco en su mensaje a los participantes en el III Congreso Latinoamericano “Vulnerabilidad y Abuso”, que se está llevando a cabo en estos días en Panamá.

“Ver la propia flaqueza como una excusa para dejar de ser personas cabales y cristianos enteros, incapaces de asumir el control de su destino, creará personas infantiles, resentidas, y en modo alguno representa la pequeñez a la que Jesús nos invita. Por el contrario, la fortaleza de aquel que, como san Pablo, se gloría en sus debilidades y confía en la gracia del Señor es un don que hemos de pedir de rodillas para nosotros y para los demás. Con ella, podremos afrontar las contradicciones de la vida y dar una contribución al bien común en la vocación a la que hayamos sido llamados”, resalta el Papa, quien recalca que “en orden a la prevención, nuestros trabajos tienen que mirar sin duda a erradicar las situaciones que protegen a quien se escuda en su posición para imponerse al otro de forma perversa, pero también a comprender por qué es incapaz de relacionarse con los demás de forma sana”.

“Del mismo modo, no puede ser indiferente la razón por la que algunos aceptan ir contra la propia conciencia, por temor, o se dejan engatusar con falsas promesas, sabiendo en el fondo de su corazón que están en el camino equivocado. Humanizar las relaciones en cualquier sociedad, también en la Iglesia, supone trabajar con denuedo para formar personas maduras, coherentes, que, firmes en su fe y en sus principios éticos, sean capaces de afrontar el mal, dando testimonio de la verdad con mayúsculas. Una sociedad que no esté basada en esos presupuestos de entereza moral será una sociedad enferma, con relaciones humanas e institucionales pervertidas por el egoísmo, la desconfianza, el miedo y el engaño”, advierte Francisco.

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