El Papa: “En el bautismo Dios entra en nosotros, nos hace hijos suyos para siempre, se hace íntimo a nosotros y ya no se va”

El Papa: “En el bautismo Dios entra en nosotros, nos hace hijos suyos para siempre, se hace íntimo a nosotros y ya no se va”

(Ciudad del Vaticano, 7 Ene. 2024). “Hoy celebramos el Bautismo del Señor”, que tuvo lugar “en el río Jordán, donde Juan, llamado por ello ‘Bautista’, realiza un rito de purificación que expresa el compromiso de abandonar el pecado y convertirse. El pueblo acude a bautizarse con humildad, con sinceridad”, y “Jesús también va, inaugurando su ministerio: de este modo, muestra que quiere estar cerca de los pecadores, que ha venido por ellos, por todos nosotros, que somos pecadores”, explicó el Papa Francisco este mediodía en su meditación previa al Angelus.

“Ese día suceden algunos hechos extraordinarios. Juan el Bautista dice algo insólito, reconociendo públicamente en Jesús, aparentemente igual a todos los demás, uno «más fuerte» que él, que «bautizará con el Espíritu Santo». Luego se abren los cielos, el Espíritu Santo desciende sobre Jesús como una paloma y desde lo alto la voz del Padre proclama: «Tú eres mi Hijo amado: en ti me complazco»”, recordó el Papa, quien resaltó que “si, por una parte, todo esto nos revela que Jesús es el Hijo de Dios, por otra, nos habla de nuestro bautismo, que nos ha hecho, a nuestra vez, hijos de Dios”.

En el bautismo “Dios entra en nosotros, purifica y sana nuestro corazón, nos hace hijos suyos para siempre, su pueblo y familia, herederos del Paraíso. Dios se hace íntimo a nosotros y ya no se va”, recalcó Francisco, quien invitó a todos a recordar el día del propio bautismo y a “celebrar el bautismo”, que es “un nuevo cumpleaños”.

“Y podemos preguntarnos: ¿Soy consciente del inmenso don que llevo en mí por el bautismo? ¿Reconozco en mi vida la luz de la presencia de Dios, que me ve como su hijo amado, como su hija amada? Y ahora, en memoria de nuestro bautismo, acojamos la presencia de Dios en nuestro interior”, exhortó el Papa, quien agregó que “podemos hacerlo con la señal de la cruz, que traza en nosotros el recuerdo de la gracia de Dios, que nos ama y desea estar con nosotros”, e invitó a todos a hacerlo juntos.

“Que María, templo del Espíritu Santo, nos ayude a celebrar y acoger las maravillas que el Señor obra en nosotros”, concluyó Francisco, quien, después de rezar el Angelus con los fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro, recordó que esta mañana bautizó a algunos niños e invitó a orar por ellos y por sus familias y extendió su oración a todos los niños que en estos días reciben el bautismo. El Papa también invitó a todos a unirse a su oración “por la liberación sin condiciones de todas las personas” que actualmente están secuestradas en Colombia.

Foto © Vatican Media

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