El Papa: “El perdón nos libera de nuestras esclavitudes y nuestros miedos. El perdón no quita nada, sino añade dignidad”

El Papa: “El perdón nos libera de nuestras esclavitudes y nuestros miedos. El perdón no quita nada, sino añade dignidad”

(Ciudad del Vaticano, 11 Oct. 2023). “Hoy nos dejamos inspirar por el testimonio de santa Josefina Bakhita, una santa sudanesa. Lamentablemente, desde hace meses, Sudán está desgarrado por un terrible conflicto armado del que hoy se habla poco; recemos por el pueblo sudanés, ¡para que pueda vivir en paz!”, pidió el Papa Francisco al inicio de la audiencia general de esta mañana, en la que continuó con el ciclo de catequesis sobre el celo apostólico, centrando su reflexión en santa Bakhita, de la que destacó que su fama “ha superado hoy todo confín y ha alcanzado a todos aquellos a los que se les rechaza identidad y dignidad”.

“Nacida en Darfur, ¡el martirizado Darfur!, en 1869, fue secuestrada cuando tenía siete años y esclavizada. Sus secuestradores la llamaron ‘Bakhita’, que significa ‘afortunada’. Pasó a través de ocho dueños” y “los sufrimientos físicos y morales de los que fue víctima de pequeña la dejaron sin identidad. Sufrió malicias y violencias: en el cuerpo llevaba más de cien cicatrices. Pero ella misma testimonió: ‘Como esclava no me desesperé nunca, porque sentía una fuerza misteriosa que me sostenía’”, recordó el Papa, quien explicó cuál era “el secreto de santa Bakhita”.

“Un día su tutor le regala un pequeño crucifijo, y ella, que nunca había poseído nada, lo conserva como un tesoro celoso. Mirándolo experimenta una liberación interior porque se siente comprendida y amada y, por tanto, capaz de comprender y amar”, resaltó Francisco, quien subrayó que, “de hecho, ella dirá: ‘El amor de Dios siempre me ha acompañado de forma misteriosa… El Señor me ha querido: es necesario querer a todos… ¡Es necesario compadecer!’”.

“Compadecer significa padecer con las víctimas de tanta inhumanidad presente en el mundo, y también compadecer a quien comete errores e injusticias, no justificando, sino humanizando”, indicó el Papa, quien destacó que, tras hacerse cristiana, santa Bakhita “es transformada por la palabra de Cristo que meditaba cotidianamente: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen»”, y “por esto decía: ‘Si Judas hubiera pedido perdón a Jesús, también él habría encontrado misericordia’”.

“El perdón la hizo libre. El perdón, primero recibido a través del amor misericordioso de Dios, y después, el perdón dado”, recalcó Francisco, quien subrayó que “santa Josefina Bakhita, con su ejemplo, nos indica el camino para ser finalmente libres de nuestras esclavitudes y nuestros miedos”, y “nos ayuda a desenmascarar nuestras hipocresías y nuestros egoísmos, a superar resentimientos y conflictos”.

“Queridos hermanos y hermanas, el perdón no quita nada, sino añade dignidad a la persona, hace apartar la mirada de sí mismos” para dirigirla hacia “los otros, para verlos, sí, igual de frágiles que nosotros, pero siempre hermanos y hermanas en el Señor. Hermanos y hermanas, el perdón es fuente de un celo que se hace misericordia y llama a una santidad humilde y alegre, como la de santa Bakhita”, concluyó el Papa.

Foto © Vatican Media

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