El Papa: “Ampliar los confines de nuestra mirada para poder ver el bien que existe en los demás y dilatar el corazón para estar cerca de cada persona y cada civilización”

El Papa: “Ampliar los confines de nuestra mirada para poder ver el bien que existe en los demás y dilatar el corazón para estar cerca de cada persona y cada civilización”

(Ciudad del Vaticano, 6 Sep. 2023). “Se podría preguntar: ¿por qué el Papa va tan lejos a visitar un pequeño rebaño de fieles? Porque es precisamente ahí, lejos de los focos, que a menudo se encuentran los signos de la presencia de Dios, el cual no mira a las apariencias, sino al corazón”, recordó el Papa Francisco en la audiencia general de esta mañana, en la que habló de su reciente viaje apostólico a Mongolia.

“El Señor no busca el centro del escenario, sino el corazón sencillo de quien lo desea y lo ama sin aparentar, sin querer destacar por encima de los demás. Y yo he tenido la gracia de encontrar en Mongolia una Iglesia humilde pero una Iglesia feliz, que está en el corazón de Dios, y puedo testimoniarles su alegría al encontrarse por algunos días también en el centro de la Iglesia”, dijo el Papa, quien subrayó que “esta comunidad tiene una historia conmovedora”.

“Surgió, por gracia de Dios, del celo apostólico, sobre el que estamos reflexionando en este periodo, de algunos misioneros que, apasionados por el Evangelio, hace unos treinta años, fueron a ese país que no conocían. Aprendieron la lengua, que no es fácil, y, aun viniendo de naciones diferentes, dieron vida a una comunidad unida y verdaderamente católica. De hecho, este es el sentido de la palabra ‘católico’, que significa ‘universal’”, explicó Francisco, precisando que “no se trata de una universalidad que homologa, sino de una universalidad que se incultura”.

“Esta es la catolicidad: una universalidad encarnada, ‘inculturada’ que acoge el bien ahí donde vive y sirve a la gente con la que vive. Es así como vive la Iglesia: testimoniando el amor de Jesús con mansedumbre, con la vida antes que con las palabras, feliz por sus verdaderas riquezas: el servicio al Señor y a los hermanos”, recalcó el Papa, destacando que “así nació esa joven Iglesia: a raíz de la caridad, que es el mejor testimonio de la fe”.

“He estado en el corazón de Asia y me ha hecho bien. Hace bien entrar en diálogo con ese gran continente, acoger los mensajes, conocer la sabiduría, la forma de mirar las cosas, de abrazar el tiempo y el espacio. Me ha hecho bien encontrar al pueblo mongol, que custodia las raíces y las tradiciones, respeta a los ancianos y vive en armonía con el ambiente: es un pueblo que mira al cielo y siente la respiración de la creación. Pensando en las extensiones ilimitadas y silenciosas de Mongolia, dejémonos estimular por la necesidad de ampliar los confines de nuestra mirada. Por favor, ampliar los confines, mirar amplio y alto, mirar y no caer prisioneros de las pequeñeces, ampliar los confines de nuestra mirada, para poder ver el bien que existe en los demás y poder ampliar nuestros horizontes y también dilatar el propio corazón para entender, para estar cerca de cada persona y cada civilización”, concluyó Francisco.

Los comentarios están cerrados.