El Papa reitera su invitación a luchar contra la cultura del descarte, “muy extendida en nuestra sociedad, demasiado centrada en la competencia y el beneficio”

El Papa reitera su invitación a luchar contra la cultura del descarte, “muy extendida en nuestra sociedad, demasiado centrada en la competencia y el beneficio”

(Ciudad del Vaticano, 1 Abr. 2022). “Los animo a llevar adelante su trabajo caminando junto a las personas con autismo: no sólo para ellos, sino ante todo con ellos. Ustedes lo saben bien, y también hoy han querido decirlo con un gesto: en la plaza de San Pedro, algunas personas con autismo cocinarán y ofrecerán el almuerzo a sus hermanos pobres. Es bello esto. Una iniciativa que testimonia el estilo del buen samaritano, el estilo de Dios”, resaltó el Papa Francisco en su discurso a los miembros de la Fundación Italiana para el Autismo, a quienes recibió en audiencia esta mañana, informa Vatican News, destacando que el Santo Padre recordó que mañana se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, establecido por la ONU para llamar la atención del mundo sobre las personas con autismo y los diferentes aspectos de su condición.

“Al llevar a cabo proyectos de investigación e iniciativas en favor de los más débiles y desfavorecidos están aportando una valiosa contribución a la lucha contra la cultura del descarte, muy extendida en nuestra sociedad, demasiado centrada en la competencia y el beneficio. Nosotros somos víctimas de esta cultura del descarte”, volvió a denunciar el Papa, quien observó que “la discapacidad, en todas sus formas, representa un reto y una oportunidad para construir juntos una sociedad más inclusiva y civil” y “por eso es necesario seguir sensibilizando sobre los distintos aspectos de la discapacidad, rompiendo prejuicios y promoviendo una cultura de inclusión y pertenencia, basada en la dignidad de la persona”.

En este sentido, Francisco indicó que un aspecto esencial de la cultura de la inclusión es la posibilidad de que las personas con discapacidad participen activamente. “Situarlos en el centro significa no sólo romper las barreras físicas, sino también garantizar que puedan participar en las iniciativas de la comunidad civil y eclesial y aportar su contribución. Esto significa apoyar su proyecto de vida mediante el acceso a la educación, el empleo y los espacios de ocio donde puedan socializar y expresar su creatividad. Esto requiere un cambio de mentalidad. Se han dado grandes pasos en esta dirección, pero los prejuicios, la desigualdad y la discriminación siguen existiendo”, señaló el Papa, quien recordó que la pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto muy grave sobre todo en los más frágiles, los ancianos, las personas con discapacidad y sus familias, y en las últimas semanas se ha añadido la tragedia de la guerra en Ucrania.

“En esta situación nuestra respuesta debe ser la solidaridad, el trabajo en red. Solidaridad en la oración y solidaridad en la caridad que se convierte en un compartir concreto”, recalcó Francisco. “También en el ámbito de la discapacidad, las comunidades eclesiales y civiles están llamadas a trabajar en red, a colaborar armoniosamente para ayudar a los más débiles y desfavorecidos a hacer oír su voz. De este modo, se aplica la subsidiariedad y se valora la contribución de todos aquellos que llevan mucho tiempo trabajando por las personas con discapacidad, creando una gama amplia y diversificada de apoyos. Dejando de lado las actitudes competitivas, se puede crear una sinergia eficaz que puede tener un profundo impacto en la sociedad”, enfatizó el Papa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *