El Papa al G7: “El uso de la energía atómica con fines de guerra es hoy más que nunca un crimen. Sentar las bases de una paz duradera y una seguridad estable y sostenible a largo plazo”

El Papa al G7: “El uso de la energía atómica con fines de guerra es hoy más que nunca un crimen. Sentar las bases de una paz duradera y una seguridad estable y sostenible a largo plazo”

(Ciudad del Vaticano, 20 May. 2023). “El uso de la energía atómica con fines de guerra es hoy más que nunca un crimen, no solo contra el hombre y su dignidad, sino contra toda posibilidad de futuro en nuestra casa común”, reitera el Papa Francisco en la carta que le envió al Obispo de Hiroshima, Monseñor Alexis Mitsuru Shirahama, con ocasión de la cumbre del G7, que se está llevando a cabo este fin de semana en esa ciudad japonesa, donde están reunidos los líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, las mayores economías del mundo.

Tras “la experiencia de una pandemia mundial” y ante “la persistencia de conflictos armados en varias regiones, entre ellos, la devastadora guerra que se está combatiendo en suelo ucraniano”, es “evidente que sólo juntos, en fraternidad y solidaridad, nuestra familia humana puede tratar de curar las heridas y construir un mundo justo y pacífico”, recalca Francisco, quien insiste en que “la seguridad global debe ser integral”, es decir, “capaz de abarcar cuestiones como el acceso a los alimentos y al agua, el respeto del medio ambiente, la asistencia sanitaria, las fuentes de energía y la distribución equitativa de los bienes del mundo”.

“Un concepto integral de seguridad puede servir para consolidar el multilateralismo y la cooperación internacional entre actores gubernamentales y no gubernamentales, basándose en la profunda interconexión entre tales cuestiones, la cual hace necesario adoptar juntos un enfoque de cooperación multilateral responsable”, indica el Papa, quien observa que “basta considerar el catastrófico impacto humanitario y medioambiental que provocará el uso de armas nucleares, así como el despilfarro y la mala asignación de recursos humanos y económicos que implica su producción”.

“Tampoco debemos subestimar los efectos del persistente clima de miedo y sospecha generado por la mera posesión” de armas nucleares, “que compromete el crecimiento de un clima de confianza mutua y de diálogo”, agrega el Pontífice, quien asegura sus oraciones para que “la cumbre del G7 en Hiroshima demuestre visión de futuro” para “sentar las bases de una paz duradera y una seguridad estable y sostenible a largo plazo”.

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