El Papa: “Hoy hay una urgente necesidad de paz en el mundo. La identidad de la mujer también está en peligro. Donde no está la mujer hay soledad árida que genera daño a la humanidad”

El Papa: “Hoy hay una urgente necesidad de paz en el mundo. La identidad de la mujer también está en peligro. Donde no está la mujer hay soledad árida que genera daño a la humanidad”

(Ciudad del Vaticano, 13 May. 2023). “Hoy hay una urgente necesidad de encontrar la paz en el mundo, una paz que, sobre todo, inicia en el interior del corazón, un corazón enfermo, lacerado por la división del odio y del rencor. Junto con la paz, la identidad antropológica de la mujer también está en peligro, pues se la usa como instrumento, como argumento de contiendas políticas y de ideologías culturales que ignoran la belleza con la que ha sido creada”, señaló el Papa Francisco esta mañana durante la audiencia a las participantes en la Asamblea general de la Unión Mundial de las Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC).

“Es preciso valorar más su capacidad de relación y de donación, y que los hombres comprendan mejor la riqueza de la reciprocidad que reciben hacia la mujer, para recuperar esos elementos antropológicos que caracterizan la identidad humana y con ella, la de la mujer y su rol en la familia y en la sociedad, en la que no deja de ser un corazón latente. Y si queremos saber qué es la humanidad sin la mujer, qué es el hombre sin la mujer, lo tenemos en la primera página de la Biblia: es soledad. El hombre sin la mujer está solo. La humanidad sin la mujer está sola. Una cultura sin la mujer está sola”, advirtió Francisco, quien recalcó que “donde no está la mujer, hay soledad, soledad árida que genera tristeza, y toda clase de daño a la humanidad”.

“Hoy, en que se celebra la memoria de las apariciones de la Virgen María a los pastorcitos de Fátima –y hoy también estoy muy triste, porque en el país donde apareció la Virgen se promulga una ley para matar, un paso más en la larga lista de países con eutanasia– hoy, entonces, pensando en la Virgen, miremos a María como modelo de mujer por excelencia, que vive en plenitud un don y una tarea: el don de la ‘maternidad’ y la tarea de ‘cuidar’ a sus hijos en la Iglesia. También ustedes como mujeres poseen ese don y esa tarea, en cada uno de los ámbitos donde están presentes, sabiendo que, sin ustedes, esos ámbitos están solos”, resaltó el Papa, quien les recordó que “María les enseña a generar vida y a protegerla siempre, relacionándose con los demás desde la ternura y la compasión, y conjugando tres lenguajes: el de la mente, el del corazón y el de las manos, que tienen que ser coordinados”.

“Lo que piensa la cabeza lo sienta el corazón y lo hagan las manos; lo que siente el corazón esté en armonía con lo que se piense en la cabeza y hacen las manos; lo que hacen las manos tengan armonía con lo que se siente y lo que se piensa. Esto lo he dicho en otras ocasiones, creo que las mujeres tienen esa capacidad de pensar lo que sienten, de sentir lo que piensan y hacen, y de hacer lo que sienten y piensan. Las animo a seguir ofreciendo esa sensibilidad al servicio de los demás”, les dijo el Pontífice.

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