(Ciudad del Vaticano, 22 Abr. 2023). “Quien sigue a Jesús no tiene miedo de hacerse «inferior», «menor» y de ponerse al servicio de los demás”, explicó hoy el Papa Francisco al recibir en audiencia a los participantes en la II Asamblea Plenaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, precisando que en ese servicio “reside la verdadera motivación que debe animar a todo creyente a asumir cualquier tarea eclesial, todo compromiso de testimonio cristiano en la realidad que vive: la voluntad de servir a los hermanos y, en ellos servir a Cristo».

Cuando uno habla de ministerios, por lo general inmediatamente piensa en ministerios “establecidos”: lector, acólito, catequista. Estos se caracterizan por una intervención pública de la Iglesia

Otros están conectados con el sacramento del Orden Sagrado. “Los ministerios instituidos, sin embargo -especificó el Santo Padre- no agotan la ministerialidad de la Iglesia, que es más amplia y que involucra a todos los fieles desde las primeras comunidades cristianas”.

«Estoy pensando sobre todo en las necesidades vinculadas a viejas y nuevas formas de pobreza, así como a los migrantes, que requieren con urgencia acciones de acogida y solidaridad», dijo, indicando que en estos espacios «pueden surgir muchos servicios que toman la forma de verdaderos ministerios». Alertando que «los ministerios, servicios, asignaciones, oficinas, nunca deben volverse autorreferenciales».

Agradeció el trabajo realizado por el Dicasterio en los últimos años, en la vida cotidiana de muchas personas: familias, jóvenes, ancianos, grupos asociados de fieles y, más en general, los laicos que viven en el mundo con sus alegrías y labores. Sin olvidar que se trata de un Dicasterio «popular», invitando así a sus miembros a «no perder nunca este carácter de cercanía con las mujeres y los hombres de nuestro tiempo».

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