(Ciudad del Vaticano, 2 Abr. 2023). “Cristo abandonado nos mueve a buscarlo y amarlo en los abandonados. Porque en ellos no sólo están los necesitados, sino que está Él, está con ellos, Jesús abandonado, Aquel que nos salvó descendiendo hasta lo más profundo de nuestra condición humana. Él está con cada uno de ellos, abandonado hasta la muerte”, recalcó el Papa Francisco en su homilía durante la celebración eucarística del Domingo de Ramos, Pasión del Señor, que presidió esta mañana en la Plaza de San Pedro. 

“Tantos necesitan nuestra cercanía, tantos abandonados. Yo también necesito que Jesús me acaricie y se acerque a mí, y por eso voy a verlo en los abandonados, en los que están solos”, dijo el Papa, quien recordó que “también hay tantos cristianos invisibles, escondidos, abandonados, que son descartados con guante blanco: niños no nacidos, ancianos abandonados, ancianos que pueden ser tu padre, tu madre quizás, tu abuelo, tu abuela, abandonados en geriátricos, enfermos no visitados, discapacitados ignorados, jóvenes que sienten un gran vacío interior sin que nadie escuche realmente su grito de dolor”, y son “los abandonados de hoy”, los “Cristos de hoy”.

“Jesús abandonado nos pide que tengamos ojos y corazón para los abandonados. Y para nosotros, discípulos del Abandonado, nadie puede ser marginado, nadie puede ser abandonado a su suerte; porque, recordémoslo, los rechazados y excluidos son íconos vivos de Cristo”, reiteró Francisco.

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