El Papa señala la emergencia de la crisis laboral mundial, recuerda la cuestión ambiental y reitera su llamado por la paz

El Papa señala la emergencia de la crisis laboral mundial, recuerda la cuestión ambiental y reitera su llamado por la paz

(Ciudad del Vaticano, 3 Nov. 2022). “Desde este país, atractivo por las oportunidades laborales que ofrece, quisiera señalar la emergencia de la crisis laboral mundial. A menudo el trabajo, valioso como el pan, falta; frecuentemente es pan envenenado, porque esclaviza. En ambos casos, en el centro ya no está el hombre; que, de ser el fin sagrado e inviolable del trabajo, se reduce a un medio para producir dinero. Por lo tanto, que se garanticen en todas partes condiciones laborales seguras y dignas del hombre, que no impidan sino que favorezcan la vida cultural y espiritual; que promuevan la cohesión social, en favor de la vida común y del mismo desarrollo de los países”, exhortó el Papa Francisco en su primer discurso en Baréin, durante el encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el Cuerpo Diplomático, en el que también habló de la cuestión ambiental y reiteró su llamado por la paz.

“Cuántos árboles son derribados, cuántos ecosistemas devastados, cuántos mares contaminados por la insaciable avidez del hombre, que después se le vuelve en contra. No nos cansemos de trabajar por esta dramática emergencia, tomando decisiones concretas y con amplitud de miras, adoptadas pensando en las generaciones jóvenes, antes de que sea demasiado tarde y su futuro se comprometa”, advirtió Francisco, quien expresó su deseo de que “la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP27), que se realizará en Egipto dentro de pocos días, sea un paso adelante en ese sentido”.

En su discurso, el Papa también denunció que “hoy asistimos, cada día más, a acciones y amenazas de muerte”, y reiteró su exhortación a comprometerse por la paz. “Pienso, en particular, en la realidad monstruosa e insensata de la guerra, que siembra destrucción en todas partes y erradica la esperanza. En la guerra emerge el lado peor del hombre: el egoísmo, la violencia y la mentira. Sí, porque la guerra, toda guerra, representa también la muerte de la verdad. Rechacemos la lógica de las armas e invirtamos la ruta, convirtiendo los enormes gastos militares en inversiones para combatir el hambre, la falta de asistencia sanitaria y de instrucción. Tengo el corazón lleno de dolor por tantas situaciones de conflicto. Mirando a la Península arábiga, cuyos países deseo saludar con cordialidad y respeto, dirijo un pensamiento especial y apenado a Yemen, martirizado por una guerra olvidada que, como toda guerra, no conduce a ninguna victoria, sino sólo a amargas derrotas para todos. Recuerdo en la oración sobre todo a los civiles, a los niños, a los ancianos, a los enfermos, e imploro: ¡que callen las armas, que callen las armas, que callen las armas! ¡Comprometámonos en todas partes y realmente por la paz!”, insistió el Pontífice.

“La Declaración del Reino de Baréin reconoce, a este propósito, que la fe religiosa es «una bendición para toda la humanidad», el fundamento «para la paz en el mundo». Estoy aquí como creyente, como cristiano, como hombre y peregrino de paz, porque hoy más que nunca estamos llamados, en todo el mundo, a comprometernos seriamente por la paz. Majestad, Altezas Reales, autoridades, amigos, hago mío y comparto con ustedes, a modo de deseo para estos esperados días de visita en el Reino de Baréin, un hermoso pasaje de la misma Declaración: «Nos comprometemos a trabajar para un mundo en el que la gente de buena fe se junte para rechazar lo que nos divide y se concentre en celebrar y expandir lo que nos une». Que así sea, con la bendición del Altísimo”, concluyó Francisco.

Foto © Vatican Media

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