El Papa: “¡El diálogo es importante para la familia! No permanecer encerrados en sí mismos o en el teléfono móvil”
(Ciudad del Vaticano, 29 Dic. 2024). “Hoy celebramos a la Sagrada Familia de Nazaret. El Evangelio narra cuando Jesús, de 12 años, al final de la peregrinación anual a Jerusalén, fue perdido por María y José, que lo encontraron más tarde en el Templo discutiendo con los doctores. El evangelista Lucas revela el estado de ánimo de María, que pregunta a Jesús: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo, angustiados, te buscábamos». Jesús le responde: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?». Es una experiencia casi habitual de una familia que alterna momentos tranquilos con otros dramáticos”, observó el Papa Francisco este mediodía en su meditación previa al Angelus.
“Parece la historia de una crisis familiar, una crisis de nuestros días, de un adolescente difícil y de dos padres que no logran comprenderle. Detengámonos a observar a esta familia. ¿Saben por qué la Familia de Nazaret es un modelo? Porque es una familia que dialoga, que se escucha, que habla. ¡El diálogo es un elemento importante para una familia!”, indicó el Papa, advirtiendo que “una familia que no se comunica no puede ser una familia feliz”.
“Es hermoso cuando una madre no empieza con un reproche, sino con una pregunta. María no acusa ni juzga, sino que intenta comprender cómo acoger a este Hijo tan diferente a través de la escucha. A pesar de este esfuerzo, el Evangelio dice que María y José «no entendieron lo que les decía», lo que demuestra que en la familia es más importante escuchar que entender. Escuchar es dar importancia al otro, reconocer su derecho a existir y a pensar por sí mismo. Los hijos necesitan esto. Piénsenlo bien, ustedes los padres, escuchen, los hijos lo necesitan”, recalcó Francisco, quien subrayó que “un momento privilegiado para el diálogo y la escucha en la familia es el momento de la comida”.
“Es bueno estar juntos a la mesa y hablar. Esto puede resolver muchos problemas y, sobre todo, une a las generaciones: los hijos hablando con sus padres, los nietos hablando con sus abuelos. Nunca permanecer encerrado en sí mismo o, peor aún, con la cabeza en el teléfono móvil. Esto no está bien, nunca, nunca esto. Hablar, escucharse, ¡este es el diálogo que hace bien y que hace crecer!”, resaltó el Papa, quien concluyó: “Encomendémonos a la Virgen María y pidámosle el don de la escucha para nuestras familias”.