El Papa abrió la segunda Puerta Santa del Jubileo en la cárcel de Rebibbia: “La gracia de un Jubileo es abrir los corazones a la esperanza. La esperanza no defrauda, ¡nunca!”
(Ciudad del Vaticano, 26 Dic. 2024). “Es un hermoso gesto abrir de par en par: abrir las puertas. Pero más importante es lo que significa: es abrir el corazón. Abrir el corazón. Y eso es lo que hace la fraternidad. Los corazones cerrados, duros, no ayudan a vivir. Por eso la gracia de un Jubileo es abrir y, sobre todo, abrir los corazones a la esperanza. La esperanza no defrauda, ¡nunca!”, resaltó el Papa Francisco en su homilía durante la Santa Misa tras abrir la Puerta Santa en el Centro de detención de Rebibbia de Roma esta mañana.
“Me gusta pensar que la esperanza es como el ancla que está en la orilla y nosotros estamos ahí con la cuerda, seguros, porque nuestra esperanza es como el ancla en tierra. No pierdan la esperanza. Este es el mensaje que quiero dar a todos nosotros. A mí primero. A todos nosotros. No pierdan la esperanza”, reiteró el Papa, quien invitó: “Abran de par en par las puertas del corazón”.
“Cada uno sabe cómo hacerlo. Todo el mundo sabe dónde está la puerta cerrada o medio cerrada. Todo el mundo lo sabe”, recalcó Francisco, exhortando a reflexionar sobre los dos temas: “la cuerda con el ancla de la esperanza y abrir de par en par la puerta del corazón”.