(Ciudad del Vaticano, 25 May. 2024). “El cuidado y la familiaridad son dos dones de gran valor para los que sufren”, resaltó el Papa Francisco esta mañana durante la audiencia a los participantes en el Encuentro Internacional promovido por “Somos Community Care”, informa Vatican News.

“Cuando estamos enfermos, en el médico buscamos, además del profesional competente, una presencia amiga con la que podamos contar, que nos infunda confianza en nuestra recuperación y que, incluso cuando ésta no es posible, no nos deje solos, sino que siga mirándonos a los ojos y asistiéndonos, hasta el final”, observó el Papa, quien recordó que “San Lucas, a quien San Pablo llama ‘el querido médico’”, describe así la actuación de Jesús con los enfermos: “Jesús se acercaba a ellos, entraba en sus casas, les hablaba, les escuchaba, les acogía en su sufrimiento y les curaba”.

“El médico de familia es así, presente, cercano, capaz de dar calor además de asistencia profesional, porque conoce personalmente a sus pacientes y a sus seres queridos y camina con ellos, día a día, incluso a costa de sacrificios”, recalcó Francisco.