El Papa: “Lanzarse allí donde llama la caridad con la ‘santa locura del amor’”

El Papa: “Lanzarse allí donde llama la caridad con la ‘santa locura del amor’”

(Ciudad del Vaticano, 23 May. 2024). “Al inicio de sus caminos hay dos historias apasionantes, en las que pueden ver cómo la audacia de fundadoras y fundadores, bajo la acción del Espíritu Santo, puede realizar grandes obras, lanzándose allí donde llama la caridad, sin hacer demasiados cálculos, con la ‘santa locura del amor’. Y si falta el amor, ¡estamos acabados!”, observó el Papa Francisco esta mañana durante la audiencia a las participantes en los Capítulos Generales de las Hermanas Hospitalarias y de las Hijas de San Camilo.

“Es el caso de María Angustias Giménez, la Venerable María Josefa Recio y San Benedetto Menni, que en 1881, inspirándose en el carisma de San Juan de Dios, en una España atribulada por dificultades y divisiones, iniciaron una obra vanguardista para aquellos tiempos, al servicio de los últimos entre los últimos: los enfermos mentales”, resaltó el Papa, recordando que así nacieron las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón, que “desde entonces, han continuado su misión, extendiendo la asistencia a nuevos sufrimientos y pobrezas, para hacer presente la misericordia de Dios en la práctica de la hospitalidad, con una particular atención a la recuperación y rehabilitación integral de las personas”.

Pocos años después, en 1892, en Roma, otra mujer, Santa Giuseppina Vannini, inspirándose en San Camilo de Lellis, junto con el Beato Luigi Tezza, dio vida a la Congregación de las Hijas de San Camilo, dedicada también al cuidado de los enfermos, recordó Francisco, resaltando que a ella le gustaba repetir que “el sufrimiento sólo se vence con amor”. Por ello, “confió a los enfermos a su amor, la primera e indispensable medicina de todo lugar de asistencia; es más, con el cuarto voto de asistencia a los enfermos, los puso en el corazón de su consagración”, les dijo el Papa a las Hijas de San Camilo.

“Queridas hermanas, todo esto es un signo, una invitación, en el discernimiento de sus Capítulos, a no tener miedo, a dejarse llevar por la misma audacia de sus fundadores y fundadoras, a atreverse, a arriesgar, ¡atreverse y arriesgar!, por el bien de los hermanos y hermanas que Dios pone en su camino”, concluyó Francisco.

Foto © Vatican Media

Los comentarios están cerrados.