El Papa: “Nuestro valor no depende del éxito o de los juicios de los demás. Para Jesús valemos mucho y siempre”

El Papa: “Nuestro valor no depende del éxito o de los juicios de los demás. Para Jesús valemos mucho y siempre”

(Ciudad del Vaticano, 21 Abr. 2024). “Este domingo está dedicado a Jesús Buen Pastor. En el Evangelio de hoy Jesús dice: «El buen pastor da su vida por las ovejas» e insiste en este aspecto, tanto que lo repite tres veces. Pero, ¿en qué sentido, me pregunto, el pastor da la vida por las ovejas? Ser pastor, especialmente en tiempos de Cristo, no era solo un oficio, era toda una vida: no se trataba de tener una ocupación determinada, sino de compartir los días enteros, e incluso las noches, con las ovejas, de vivir – quisiera decir – en simbiosis con ellas. Jesús, de hecho, explica que no es un mercenario, al que no le importan las ovejas, sino el que las conoce”, enfatizó el Papa Francisco este mediodía en su meditación previa al Regina Caeli.

“Él conoce a las ovejas. Así es, Él, el Señor, pastor de todos nosotros, nos conoce, a cada uno de nosotros, nos llama por nuestro nombre y cuando nos descarriamos, nos busca hasta que nos encuentra. Es más, Jesús no es solo un pastor bueno que comparte la vida del rebaño; Jesús es el Buen Pastor, que por nosotros sacrificó la vida y, resucitado, nos dio su Espíritu. He aquí lo que quiere decirnos el Señor con la imagen del Buen Pastor: no solo que Él es la guía, el Cabeza del rebaño, sino sobre todo que piensa en cada uno de nosotros, y nos considera como el amor de su vida. Pensemos en esto: yo para Cristo soy importante, Él piensa en mí, soy insustituible, valgo el precio infinito de su vida”, invitó el Papa, quien subrayó que “esto no es un modo de decir”.

“Él dio realmente su vida por mí, murió y resucitó por mí. ¿Por qué? Porque me ama y encuentra en mí una belleza que yo a menudo no veo. Hermanos y hermanas, ¡cuántas personas hoy se consideran inadecuadas o incluso equivocadas! ¡Cuántas veces se piensa que nuestro valor depende de los objetivos que seamos capaces de alcanzar, del éxito a ojos del mundo, de los juicios de los demás! ¡Y cuántas veces acabamos desperdiciándonos por pequeñeces!”, observó Francisco, quien recalcó que “hoy Jesús nos dice que nosotros para Él valemos mucho y siempre”, e indicó que “entonces, para encontrarnos a nosotros mismos, lo primero que hay que hacer es situarnos en su presencia, dejarnos acoger y aliviar los por brazos amorosos de nuestro Buen Pastor”.

“Hermanos, hermanas, preguntémonos, por lo tanto: ¿Sé encontrar cada día un momento para abrazar la certeza que da valor a mi vida? ¿Sé encontrar un momento de oración, de adoración, de alabanza, para estar en presencia de Cristo y dejarme acariciar por Él? Hermano, hermana, el Buen Pastor nos dice que si lo haces, descubrirás el secreto de la vida: recordarás que Él dio la vida por ti, por mí, por todos nosotros. Y que para Él somos todos importantes, cada uno de nosotros y todos. Que la Virgen nos ayude a encontrar en Jesús lo esencial para vivir”, concluyó el Papa.

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