(Ciudad del Vaticano, 22 Ene. 2024). “Ser periodista es una vocación, un poco como la de un médico, que elige amar a la humanidad tratando sus enfermedades”, observó el Papa Francisco en su discurso a los miembros de la Asociación Internacional de Periodistas Acreditados ante el Vaticano, a quienes recibió en audiencia esta mañana.

“Les deseo que vuelvan a las raíces de esta vocación, que la recuerden, que recuerden la llamada que los une en tan importante tarea”, les dijo el Papa, quien subrayó la importancia de “cultivar un amor incondicional a la verdad”, les agradeció “el esfuerzo que hacen por mantener esta mirada que sabe ver detrás de las apariencias, que sabe captar la sustancia, que no quiere plegarse a la superficialidad de los estereotipos”, y los animó “a seguir por este camino que sabe combinar la información con la reflexión, la palabra con la escucha, el discernimiento con el amor”.

“La belleza de su trabajo en torno a Pedro es la de fundarlo sobre la roca sólida de la responsabilidad en la verdad, no sobre las frágiles arenas de la cháchara y de las lecturas ideológicas; eso radica en no ocultar la realidad y también sus miserias, sin edulcorar las tensiones, pero al mismo tiempo sin hacer clamor innecesario, sino esforzándose por captar lo esencial, a la luz de la naturaleza de la Iglesia”, resaltó Francisco, quien destacó “cuánto bien hace esto al Pueblo de Dios, a la gente más sencilla, a la propia Iglesia, a la que aún le queda camino por recorrer para comunicar mejor: con el testimonio, antes que con las palabras”.