(Ciudad del Vaticano, 30 Dic. 2023). “¡Hay tanta necesidad de alegría en el mundo! Muchas personas, incluidos los jóvenes, son prisioneras de la angustia o el aburrimiento”, observó el Papa Francisco en su discurso a los chicos de la Federación Internacional Pueri Cantores, a quienes recibió en audiencia esta mañana en el Aula Pablo VI del Vaticano.

“El canto y la música pueden tocar los corazones, dar belleza y devolver el entusiasmo y la esperanza por la vida”, indicó el Papa, quien recordó que “San Agustín enseñaba que ‘cantar es propio de quien ama’ y que quien canta reza dos veces”, y agregó que esto “es cierto”, pues “cantar es un acto de amor, y al hacerlo rezamos con palabras y música, con el corazón y la voz, con devoción y arte”.

“El canto es una escuela de humildad, porque el cantante, incluso en las partes solistas, siempre forma parte de un coro”, en el cual “todos están al servicio de todos, incluido el maestro que dirige”, resaltó Francisco, quien les dijo que “su canto es aún más humilde, porque está al servicio de Dios y, por lo tanto, mientras ayuda a los demás a encontrarse con el Señor, también sabe hacerse a un lado en el momento oportuno, para dejar espacio al silencio, donde cada cual puede escuchar en secreto las palabras que sólo Jesús sabe decir a cada uno de nosotros”.

“Un cantante que intenta ponerse en el centro, o prevalecer sobre los demás, no es un buen cantante, es más, a menudo corre el riesgo de arruinar el trabajo de todos”, advirtió el Papa, quien recalcó la importancia de no buscar figurar. “Esfuércense en fusionarse, para que en la unidad, que proviene de la humildad, su canto exprese la verdadera amistad, con Dios, con los demás y entre ustedes mismos”, los invitó Francisco.

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