El Papa: “El hambre que sufren tantos seres humanos es el resultado de un cúmulo de injusticias y desigualdades. Es un insulto que debería sonrojar a toda la humanidad y movilizar a la comunidad internacional”

El Papa: “El hambre que sufren tantos seres humanos es el resultado de un cúmulo de injusticias y desigualdades. Es un insulto que debería sonrojar a toda la humanidad y movilizar a la comunidad internacional”

(Ciudad del Vaticano, 16 Oct. 2023). “La Jornada Mundial de la Alimentación se celebra en una coyuntura en la que la miseria y el desaliento no dan tregua a numerosos hermanos nuestros. En efecto, el grito de angustia y desesperación de los pobres debe despertarnos del letargo que nos atenaza e interpelar nuestras conciencias. La condición de hambre y desnutrición que hiere gravemente a tantos seres humanos es el resultado de un inicuo cúmulo de injusticias y desigualdades que deja a muchos tirados en la cuneta de la vida y permite que unos pocos se instalen en un estado de ostentación y opulencia”, vuelve a denunciar el Papa Francisco en su mensaje con ocasión de la Jornada Mundial de la Alimentación 2023.

“Esto se aplica no sólo a los alimentos, sino también a todos los recursos básicos, cuya inaccesibilidad para muchas personas representa una afrenta a su dignidad intrínseca, otorgada por Dios. Es, sin duda, un insulto que debería sonrojar a toda la humanidad y movilizar a la comunidad internacional”, señala el Papa, quien destaca que, “en este sentido, el tema que centra las reflexiones de la Jornada de este año: ‘El agua es vida, el agua es alimento. No dejar a nadie atrás’, invita a subrayar el valor insustituible de este recurso para todos los seres vivos de nuestro planeta, de lo que se deriva la perentoriedad de planificar e implementar su gestión de manera sabia, cuidadosa y sostenible, de forma que todos puedan disfrutarlo para satisfacer sus necesidades sustanciales, y se pueda también sostener e impulsar el adecuado desarrollo humano, sin que nadie sea excluido”.

“La celebración de la Jornada Mundial de la Alimentación ha de servir también para recordar que la cultura del descarte ha de ser incisivamente contrarrestada con acciones basadas en una cooperación responsable y leal por parte de todos. Nuestro mundo es demasiado interdependiente y no puede darse el lujo de dividirse en bloques de países que promueven sus intereses de forma espuria y sesgada. Estamos llamados, en cambio, a pensar y actuar en términos de comunidad, de solidaridad, tratando de dar prioridad a la vida de todos por encima de la apropiación de bienes por parte de algunos”, indica Francisco, quien observa que “lamentablemente hoy asistimos a una escandalosa polarización de las relaciones internacionales debido a las crisis y enfrentamientos existentes”.

“Se desvían hacia la producción y el comercio de armas ingentes recursos financieros y tecnologías innovadoras que podrían emplearse para que el agua fuera fuente de vida y progreso para todos. Nunca antes ha sido tan urgente convertirnos en promotores del diálogo y artífices de la paz. La Iglesia no se cansa de sembrar aquellos valores que edifiquen una civilización que encuentre en el amor, el respeto mutuo y la ayuda recíproca una brújula para orientar sus pasos, volcándose sobre todo en los hermanos que más sufren, como los hambrientos y los sedientos”, reitera el Papa, quien agradece a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, “cuanto realiza para promocionar el desarrollo agrícola, una nutrición sana y suficiente para cada persona y un uso sostenible del agua”, e invoca “abundantes bendiciones celestiales sobre cuantos luchan por un mundo mejor y más fraterno”.

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