(Ciudad del Vaticano, 8 Oct. 2023). “Jesús nos recuerda qué sucede cuando el hombre se ilusiona que puede hacerse por sí mismo y olvida la gratitud, olvida la realidad fundamental de la vida: que el bien viene de la gracia de Dios, de su don gratuito”, explicó el Papa Francisco este mediodía en su meditación previa al Angelus, comentando el Evangelio de hoy, que narra la parábola de los viñadores ingratos y ávidos.

“Cuando se olvida esto, la gratuidad de Dios, se termina por vivir la propia condición y el propio límite ya no con la alegría de sentirse amados y salvados, sino con la triste ilusión de no tener necesidad de amor ni de salvación”, y se termina por ser “prisioneros de la propia codicia, prisioneros de la necesidad de tener más que los demás, de querer estar por encima de los demás”, advirtió el Papa, quien señaló que de ello “provienen tantas insatisfacciones y recriminaciones, tantas incomprensiones y tantas envidias” y “empujados por el rencor, se puede caer en el torbellino de la violencia”.

“Sí, queridos hermanos y hermanas, ¡la ingratitud genera violencia, nos quita la paz y nos hacer oír y hablar gritando, sin paz, mientras que un simple ‘gracias’ puede restablecer la paz!”, recalcó Francisco, quien reiteró que “las tres palabras que son el secreto de la convivencia humana” son “gracias, permiso, perdón”, y concluyó pidiendo que María “nos ayude a hacer de la gratitud la luz que surge todos los días del corazón”.

Después del Angelus, el Papa expresó su dolor por lo que está sucediendo en Israel, volvió a advertir que “¡toda guerra es una derrota!” e invitó a rezar por la paz en Israel y Palestina.