El Papa: “Sembrar el bien aunque la mentalidad del mundo ‘rema en contra’”

El Papa: “Sembrar el bien aunque la mentalidad del mundo ‘rema en contra’”

(Ciudad del Vaticano, 16 Jul. 2023). “Hoy el Evangelio nos presenta la parábola del sembrador. La de la ‘siembra’ es una imagen muy hermosa, y Jesús la usa para describir el don de su Palabra. Imaginemos una semilla: es pequeña, casi no se ve, pero hace crecer plantas que dan frutos. La Palabra de Dios es así; pensemos en el Evangelio, un pequeño libro, sencillo y al alcance de todos, que produce vida nueva en quien lo acoge. Por tanto, si la Palabra es la semilla, nosotros somos el terreno: podemos recibirla o no. Pero Jesús, ‘buen sembrador’, no se cansa de sembrarla con generosidad. Conoce nuestro terreno, sabe que las piedras de nuestra inconstancia y las espinas de nuestros vicios pueden sofocar la Palabra, y sin embargo, espera, siempre espera que nosotros podamos dar fruto abundante”, recordó el Papa Francisco este mediodía en su meditación previa al Angelus.

“Así actúa el Señor y así estamos llamados a actuar también nosotros: a sembrar sin cansarnos. ¿Pero cómo se puede hacer esto, sembrar continuamente sin cansarnos? Pongamos algún ejemplo. En primer lugar, los padres: ellos siembran el bien y la fe en los hijos, y están llamados a hacerlo sin desanimarse aunque a veces estos parecen no entenderlos y no apreciar sus enseñanzas, o si la mentalidad del mundo ‘rema en contra’. La semilla buena se queda, esto es lo que cuenta, y echará raíces en el momento adecuado. Pero si, cediendo a la desconfianza, renuncian a sembrar y dejan a los hijos a merced de las modas y del móvil, sin dedicarles tiempo, sin educarlos, entonces el terreno fértil se llenará de malas hierbas. Padres, ¡no se cansen de sembrar en los hijos!”, los exhortó el Papa, quien luego dirigió su pensamiento a los jóvenes, subrayando que “también ellos pueden sembrar el Evangelio en los surcos de la vida cotidiana”, por ejemplo, “con la oración: es una pequeña semilla que no se ve, pero con la cual se encomienda a Jesús todo lo que se vive, y así Él puede hacerlo madurar”, pero también “en el tiempo para dedicar a los otros, a quien lo necesita más: puede parecer perdido, sin embargo es tiempo santo, mientras las satisfacciones aparentes del consumismo y del hedonismo dejan las manos vacías”, y “en el estudio: es verdad, es cansado y no es inmediatamente satisfactorio, como cuando se siembra, pero es esencial para construir un futuro mejor para todos”.

Después de hablar de los padres y de los jóvenes, Francisco habló de “los sembradores del Evangelio, muchos buenos sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos en el anuncio, que viven y predican la Palabra de Dios a menudo sin registrar éxitos inmediatos”, e invitó a no olvidar nunca que cuando se anuncia la Palabra, “también donde parece que no sucede nada, en realidad el Espíritu Santo está trabajando y el reino de Dios ya está creciendo, a través y más allá de nuestros esfuerzos”.

“Por eso, ¡adelante con alegría, queridos hermanos y hermanas! Recordemos a las personas que han puesto la semilla de la Palabra de Dios en nuestra vida – cada uno de nosotros piense: ‘¿cómo empezó mi fe?’ –; quizá ha brotado años después de que hayamos encontrado sus ejemplos, ¡pero ha sucedido precisamente gracias a ellos! A la luz de todo esto podemos preguntarnos: ¿Yo siembro el bien? ¿Me preocupo solo por recoger para mí o también de sembrar para los otros? ¿Lanzo algunas semillas del Evangelio en la vida de todos los días: estudio, trabajo, tiempo libre? ¿Me desanimo o, como Jesús, sigo sembrando, también si no veo resultados inmediatos? María, que hoy veneramos como Virgen del Monte Carmelo, nos ayude a ser sembradores generosos y alegres de la Buena Noticia”, concluyó el Pontífice.

Foto © Vatican Media

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