El Papa: “Fundar una familia se está convirtiendo en un esfuerzo titánico. Apoyar a las familias y volver a darle impulso a la natalidad”

El Papa: “Fundar una familia se está convirtiendo en un esfuerzo titánico. Apoyar a las familias y volver a darle impulso a la natalidad”

(Ciudad del Vaticano, 12 May. 2023). “Hace quince días, en la Audiencia de los miércoles, yo iba a saludar, y pasé delante de una señora, de cincuenta años más o menos; saludé a la señora, y ella abrió una bolsa y dijo: ‘Bendice a mi bebé’: ¡un perrito! Ahí no tuve paciencia y regañé a la señora: ‘Señora, ¡tantos niños pasan hambre, y usted con el perrito!’ Hermanos y hermanas, estas son escenas del presente y si las cosas siguen así, esta será la costumbre del futuro. Tengamos cuidado”, advirtió el Papa Francisco esta mañana en su discurso a los participantes en la tercera edición de los “Estados Generales de la Natalidad”, evento en el que participan representantes de los diferentes sectores de la sociedad y que contó con la presencia de la primera ministra italiana Giorgia Meloni.

“El nacimiento de los hijos es el principal indicador para medir la esperanza de un pueblo. Si nacen pocos niños significa que hay poca esperanza”, dijo el Papa, quien señaló que “hoy en día, traer hijos al mundo se percibe como una tarea a cargo de las familias” y “esto, desgraciadamente, condiciona la mentalidad de las jóvenes generaciones, que crecen en la incertidumbre, cuando no en la desilusión y el miedo”, pues “viven en un clima social en el que fundar una familia se está convirtiendo en un esfuerzo titánico, en lugar de ser un valor compartido que todos reconocen y apoyan”.

“Sentirse solo y obligado a confiar únicamente en las propias fuerzas es peligroso: significa erosionar poco a poco la vida en común y resignarse a existencias solitarias, en las que cada uno tiene que arreglárselas por su cuenta, con la consecuencia de que sólo los más ricos pueden permitirse, gracias a sus recursos, más libertad a la hora de elegir qué forma dar a sus vidas. Y esto es injusto, además de humillante”, recalcó Francisco, quien observó que “las dificultades para encontrar un trabajo estable, las dificultades para mantenerlo, las casas prohibitivamente caras, los alquileres por las nubes y los salarios insuficientes son problemas reales” y “son problemas que cuestionan la política, porque está a la vista de todos que el libre mercado, sin los correctivos necesarios, se vuelve salvaje y produce situaciones y desigualdades cada vez más graves”.

“En particular, existen limitaciones casi insuperables para las mujeres. Las más perjudicadas son precisamente ellas, mujeres jóvenes a menudo obligadas a afrontar la encrucijada entre carrera y maternidad, o aplastadas por el peso del cuidado de la familia, sobre todo en presencia de ancianos frágiles y personas dependientes. En este momento, las mujeres son esclavas de esta regla del trabajo selectivo, que les impide también la maternidad”, denunció el Pontífice, quien indicó que “puesto que el terreno es común, como comunes son la sociedad y el futuro, es necesario abordar el problema juntos, sin vallas ideológicas ni posturas preconcebidas”, y exhortó a “cambiar de mentalidad”, recordando que “la familia no es parte del problema, sino parte de la solución”.

“Alimentar la esperanza es, por tanto, acción social, intelectual, artística, política en el más alto sentido de la palabra; es poner las propias capacidades y recursos al servicio del bien común, es sembrar futuro. La esperanza genera cambio y mejora el futuro”, enfatizó el Papa, quien destacó que “es bueno ver a los mundos de la política, la empresa, la banca, el deporte, el espectáculo, el periodismo, reunidos para pensar en cómo pasar del invierno a la primavera demográfica” y “cómo empezar a nacer de nuevo, no solo físicamente, sino interiormente, para salir a la luz cada día e iluminar el mañana con esperanza”.

“Volver a darle impulso a la natalidad es reparar las formas de exclusión social que afectan a los jóvenes y a su futuro. Y es un servicio para todos: los hijos no son bienes individuales, son personas que contribuyen al crecimiento de todos, aportando riqueza humana y generacional. Y también aportando creatividad al corazón de los padres. A ustedes, que están aquí para encontrar buenas soluciones, fruto de su profesionalidad y competencia, quiero decirles: siéntanse llamados a la gran tarea de regenerar la esperanza, de poner en marcha procesos que den impulso y vida a Italia, a Europa, al mundo, y que nos traigan muchos niños”, concluyó Francisco.

Foto © Vatican Media

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