El Papa: “Sanar las heridas tan dolorosas que ofenden a nuestra amada América Latina, donde los ricos se vuelven cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres”

El Papa: “Sanar las heridas tan dolorosas que ofenden a nuestra amada América Latina, donde los ricos se vuelven cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres”

(Ciudad del Vaticano, 4 May. 2023). “Estoy convencido de que la catolicidad de la mente, del corazón y de las manos, promovida por sus universidades y su asociación, puede contribuir de manera decisiva a la sanación de las heridas tan dolorosas que ofenden hoy a nuestra amada América Latina, donde los ricos se vuelven cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres”, dijo el Papa Francisco esta mañana durante la audiencia a los participantes en el congreso organizado por la Organización de Universidades Católicas de Latinoamérica y el Caribe (ODUCAL) con ocasión del 70°  aniversario de su fundación.

“Alimenten el fuego encendido por Dios en América Latina, aliméntenlo así. Y en esto los ayudará también el Pacto Educativo Global, que he confiado a la entonces Congregación para la Educación Católica y ahora al nuevo Dicasterio para la Cultura y la Educación. Supe con alegría que muchas universidades coordinadas por su asociación y la misma asociación promueven con energía ideas y proyectos inspirados en el Pacto Educativo Global. Por favor, sigan adelante. Considero que el Pacto, no solo educativo sino también cultural, contribuya de manera significativa a lo que he llamado la ‘tercera misión’ de la universidad. Es hermoso que las universidades tengan misiones”, observó el Papa, quien recalcó que “una universidad católica debe ser misionera, es decir, con las puertas hacia afuera, dado que la misión es la inspiración, el impulso, el esfuerzo y el premio de toda la Iglesia”.

“Quizás la misión de la universidad es la de formar poetas sociales, hombres y mujeres que, aprendiendo bien la gramática y el vocabulario de la humanidad, tienen chispa, tienen el destello que permite imaginar lo inédito. No se olviden esa expresión: formar poetas sociales. Estudiando la lengua, que tiene una historia larguísima, su alma panorámica los hace exploradores del futuro. Quizás la misión de la universidad es preparar coreógrafos sociales, hombres y mujeres que vislumbran en el pueblo una danza, un baile donde cada uno contribuye a la gracia del movimiento total y nadie es excluido. Coreógrafos sociales, atrevido decir esto, pero este es el sentido. Y si tuviera ahora que traducir la palabra ‘misión’ en ámbito académico, usaría el vocablo ‘investigación’”, dijo Francisco, subrayando que “el investigador tiene mente y corazón misioneros”, pues “no se conforma con lo que tiene, va a buscar”.

“El misionero conoce la alegría del Evangelio y no ve la hora de que los demás la experimenten. Por eso, sale de la patria de sus convicciones y de sus costumbres, yendo hacia lugares inexplorados. Conoce el Evangelio, pero no sabe qué frutos dará en ese terreno extranjero. Es precisamente la tensión entre saber y no saber la que lo impulsa hacia adelante y lo protege de la presunción de conocerlo todo. Sabe, y se deja sorprender por lo que conocerá. Por eso, el misionero ama la reciprocidad: enseña y aprende, convencido de que todos tienen algo que enseñar. Así el investigador, si no está dispuesto a salir y a aprender, renunciará a quién sabe qué maravilloso saber, mutilando su misma inteligencia. Es muy triste encontrar intelectuales, hombres y mujeres de grande inteligencia, pero con la inteligencia mutilada. Que sus ateneos, como instituciones académicas particulares y como redes de universidades católicas, puedan convertirse en centros de investigación valorados en todo el mundo. También así formarán mentes misioneras. Hermanos y hermanas, les agradezco lo que hacen. ¡Sigan adelante!”, los animó el Pontífice.

Foto © Vatican Media

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