(Ciudad del Vaticano, 15 Abr. 2023). “El camino de la vida es como ese viacrucis que ustedes organizan todos los años para acompañar al Nazareno. Por un lado, hay que preparar muchas cosas, escuchar, aprender, experimentar; en definitiva, ayudarse unos a otros, teniendo muchas veces la humildad de reconocer que no podemos hacerlo solos. Después hay que pedirle al Señor la valentía de salir a la calle, llevando su imagen para que todos lo puedan contemplar. Y así, ustedes llevan a Jesús a los demás, aunque no se den cuenta, y lo llevan con sus gestos, con sus cantos, con sus oraciones. ¡Y es hermoso que en nuestra pequeñez, podamos ser testigos de Jesús, misioneros de su misericordia, misioneros de su amor!”, resaltó el Papa Francisco esta mañana durante la audiencia a los miembros de la “Fundación Madre de la Esperanza de Talavera de la Reina” de Toledo, España.

“En la vida, como en ese viacrucis, todos tenemos un trabajo, una tarea. Jesús nos mira y se alegra de nuestro esfuerzo y del amor que somos capaces de trasmitir nosotros”, recordó el Papa, quien observó: “Qué importante sería que en la labor de cada persona fuésemos capaces de ver toda la ilusión de aprender, la paciencia de sus maestros para enseñarles, el trabajo en equipo que es capaz de hacer que las distintas capacidades de cada uno converjan en un resultado final que es de todos”.

“He visto, en una foto, que ustedes en su viacrucis llevan a Jesús cautivo. En esta imagen, Jesús tiene las manos atadas y una cruz bordada en un pequeño escapulario. Jesús se viste así para que nos demos cuenta de que muchos hermanos y hermanas que están a nuestro lado no se sienten capaces de hacer las cosas como los demás, y creen que tienen las manos atadas. Pero esto no es verdad, todos juntos, con Jesús, podemos hacer muchas cosas buenas”, recalcó Francisco.

Foto © Vatican Media