El Papa: “Quien no da testimonio de la fe no es un buen cristiano. Quien no tiene corazón de servidor y se cree patrón es un pobre hombre”

El Papa: “Quien no da testimonio de la fe no es un buen cristiano. Quien no tiene corazón de servidor y se cree patrón es un pobre hombre”

(Ciudad del Vaticano, 8 Mar. 2023). “El celo apostólico no es un entusiasmo, es otra cosa, es una gracia de Dios, que debemos custodiar. Debemos entender el sentido porque en el Pueblo de Dios peregrino y evangelizador no hay sujetos activos y sujetos pasivos. No están los que predican, los que anuncian el Evangelio de una manera u otra, y los que están callados. No”, recalcó el Papa Francisco durante la audiencia general de esta mañana en la Plaza de San Pedro.

“Cada uno de los bautizados, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de ilustración de su fe, es un agente evangelizador”, insistió Francisco, reiterando lo que indica en su Exhortación apostólica Evangelii gaudium. “¿Tú eres cristiano? ‘Sí, he recibido el Bautismo’. ¿Y tú evangelizas? ‘Pero ¿qué significa esto?’. Si tú no evangelizas, si tú no das testimonio, si tú no das ese testimonio del Bautismo que has recibido, de la fe que el Señor te ha dado, tú no eres un buen cristiano”, advirtió el Papa, recordando que “en virtud del Bautismo recibido y de la consecuente incorporación en la Iglesia, todo bautizado participa en la misión de la Iglesia y, en ella, en la misión de Cristo Rey, Sacerdote y Profeta”.

“Hermanos y hermanas, este deber es único e idéntico en todas partes y en todas las condiciones, aunque no se realice del mismo modo según las circunstancias. Esto nos invita a no esclerotizarnos o fosilizarnos; nos rescata de esta inquietud que no es de Dios. El celo misionero del creyente se expresa también como búsqueda creativa de nuevos modos de anunciar y testimoniar, de nuevos modos para encontrar la humanidad herida de la que Cristo se hizo cargo. En definitiva, nuevos modos de prestar servicio al Evangelio y prestar servicio a la humanidad. La evangelización es un servicio”, enfatizó el Pontífice, advirtiendo que quien “no tiene esa actitud, ese corazón de servidor, y se cree patrón, no es un evangelizador, no, es un pobre hombre”.

“Volver al amor fundamental del Padre y a las misiones del Hijo y del Espíritu Santo no nos encierra en espacios de estática tranquilidad personal. Al contrario, nos lleva a reconocer la gratuidad del don de la plenitud de vida a la que estamos llamados, este don por el cual alabamos y damos gracias a Dios. Este don no es solamente para nosotros, sino que es para darlo a los otros. Y nos lleva también a vivir cada vez más plenamente lo que hemos recibido compartiéndolo con los demás, con sentido de responsabilidad y recorriendo juntos los caminos, muchas veces tortuosos y difíciles de la historia, en la espera vigilante y laboriosa de su cumplimiento. Pidamos al Señor esta gracia, de tomar de la mano esta vocación cristiana y dar gracias al Señor por eso que nos ha dado, este tesoro. Y tratar de comunicarlo a los otros”, concluyó el Papa.

Foto © Vatican Media

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