El Papa recuerda con gratitud a Benedicto XVI: “Sólo Dios conoce el valor y la fuerza de sus sacrificios ofrecidos por el bien de la Iglesia”

El Papa recuerda con gratitud a Benedicto XVI: “Sólo Dios conoce el valor y la fuerza de sus sacrificios ofrecidos por el bien de la Iglesia”

(Ciudad del Vaticano, 31 Dic. 2022). “Este es el camino que Dios ha elegido para entrar en el mundo y en la historia, este es el camino. Y este camino es esencial, tan esencial como el hecho mismo de que haya venido. La maternidad divina de María -la maternidad virginal, la virginidad fecunda- es el camino que revela el respeto extremo de Dios por nuestra libertad”, explicó el Papa Francisco en su homilía durante la Celebración de las Primeras Vísperas de la solemnidad de Santa María Madre de Dios y Te Deum de acción de gracias por el año que termina.

“Este modo suyo de venir a salvarnos es el camino por el que también nos invita a seguirlo, a continuar junto a Él tejiendo la humanidad nueva, libre y reconciliada”, es “ un estilo, una forma de relacionarnos de la que derivan las muchas virtudes humanas de la buena y digna convivencia”, resaltó el Papa, quien recalcó que “una de estas virtudes es la gentileza, como forma de vida que fomenta la fraternidad y la amistad social”.

“Y hablando de gentileza, en este momento, nuestro pensamiento se dirige espontáneamente al queridísimo Papa emérito Benedicto XVI, que nos ha dejado esta mañana. Con emoción recordamos su persona tan noble, tan gentil. Y sentimos tanta gratitud en el corazón: gratitud a Dios por haberlo dado a la Iglesia y al mundo; gratitud a él, por todo el bien que ha realizado, y especialmente por su testimonio de fe y de oración, sobre todo en estos últimos años de su vida retirada. Sólo Dios conoce el valor y la fuerza de su intercesión, de sus sacrificios ofrecidos por el bien de la Iglesia”, dijo Francisco, quien subrayó el valor de la gentileza como virtud cívica, “una actitud benévola, que apoya y reconforta a los demás evitando toda dureza y aspereza”, un “modo de tratar al prójimo, cuidando de no herir con palabras o gestos, procurando aligerar las cargas de los demás, animar, consolar, confortar, sin humillar, mortificar o despreciar nunca”.

“Desgraciadamente, la gentileza ya no es muy común. Pero, gracias a Dios, todavía hay personas gentiles, que saben dejar de lado sus propias preocupaciones para prestar atención a los demás, regalar una sonrisa, una palabra de ánimo, escuchar a alguien que necesita confiarse, desahogarse”, resaltó el Pontífice, quien invitó a “aprender el ‘método’ de Dios, su respeto infinito, su ‘gentileza’, por así decirlo, porque en la maternidad divina de la Virgen está el camino hacia un mundo más humano”.

Foto © Vatican Media

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