(Ciudad del Vaticano, 1 Dic. 2022). “Para mí no faltan los momentos de encuentro personal, fraterno y afectuoso con el Papa emérito. Pero esta ocasión es importante para reafirmar que la contribución de su obra teológica y, en general, de su pensamiento sigue siendo fecunda y activa”, resaltó el Papa Francisco esta mañana durante la ceremonia de entrega del Premio Ratzinger, principal iniciativa de la Fundación vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, otorgado este año al padre Michel Fédou y al profesor Joseph Halevi Horowitz Weiler, el primer ganador del Premio de religión judía.

“Su magisterio y su pensamiento no están dirigidos al pasado, sino son fecundos para el futuro, para la aplicación del Concilio y para el diálogo entre la Iglesia y el mundo de hoy”, destacó Francisco, subrayando que “nos ofrecen una sólida base teológica para el camino de la Iglesia: una Iglesia ‘viva’, que él nos enseñó a ver y vivir como comunión, y que está en movimiento – en ‘synodos’ – guiada por el Espíritu del Señor, siempre abierta a la misión de anunciar el Evangelio y servir al mundo en el que vive”.

“El conocimiento de la tradición de la fe alimentó en él un pensamiento vivo, que también supo abordar temas actuales en el ámbito del ecumenismo y las relaciones con otras religiones”, recordó el Pontífice, quien puso de relieve que “el Papa Benedicto siempre ha considerado que estas cuestiones son fundamentales para el diálogo de la fe con la sociedad contemporánea”.