El Papa: “Cuanto más nos conocemos, más nos damos cuenta de dónde entra el mal. Aprender a leer en el libro de nuestro corazón”

El Papa: “Cuanto más nos conocemos, más nos damos cuenta de dónde entra el mal. Aprender a leer en el libro de nuestro corazón”

(Ciudad del Vaticano, 30 Nov. 2022). “Prosiguiendo nuestra reflexión sobre el discernimiento, y en particular sobre la experiencia espiritual llamada ‘consolación’, de la cual hablamos el pasado miércoles, nos preguntamos: ¿cómo reconocer la verdadera consolación? Es una pregunta muy importante para un buen discernimiento, para no ser engañados en la búsqueda de nuestro verdadero bien”, recalcó el Papa Francisco durante la audiencia general de esta mañana en la Plaza de San Pedro.

“Podemos encontrar algunos criterios en un pasaje de los Ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola. «Debemos mucho advertir el discurso de los pensamientos -dice san Ignacio-; y si el principio, medio y fin es todo bueno, inclinado a todo bien, señal es de buen ángel; mas si en el discurso de los pensamientos que trae, acaba en alguna cosa mala o distractiva, o menos buena que la que el ánima antes tenía propuesta de hacer, o la enflaquece o inquieta o conturba a la ánima, quitándola su paz, tranquilidad y quietud que antes tenía, clara señal es proceder de mal espíritu, enemigo de nuestro provecho y salud eterna». Porque es verdad: hay una verdadera consolación, pero también hay consolaciones que no son verdaderas”, advirtió Francisco, reiterando que “por esto es necesario entender bien el recorrido de la consolación”, pues si “lleva a algo que no va bien, que no es bueno, la consolación no es verdadera, es ‘falsa’”.

“El estilo del enemigo -cuando hablamos del enemigo, hablamos del diablo, porque el demonio existe, ¡está!- su estilo, lo sabemos, es presentarse de forma astuta, disfrazada: parte de lo que está más cerca de nuestro corazón y después nos atrae a sí, poco a poco. El mal entra a escondidas, sin que la persona se dé cuenta. Y con el tiempo la suavidad se convierte en dureza: ese pensamiento se revela por cómo es realmente. De aquí la importancia de este paciente, pero indispensable examen del origen y de la verdad de los propios pensamientos; es una invitación a aprender de las experiencias, de lo que nos sucede, para no seguir repitiendo los mismos errores”, indicó el Papa, quien agregó que “cuanto más nos conocemos a nosotros mismos, más nos damos cuenta de dónde entra el mal espíritu, sus ‘contraseñas’, sus puertas de entrada a nuestro corazón, que son los puntos en los que somos más sensibles, para poner atención para el futuro”.

“Cada uno de nosotros tiene puntos más sensibles, puntos más débiles en su propia personalidad” y “por ahí entra el mal espíritu y nos lleva por el camino que no es justo, o nos quita del verdadero camino justo”, advirtió el Pontífice, quien explicó que “la auténtica consolación es una especie de confirmación del hecho de que estamos realizando lo que Dios quiere de nosotros, que caminamos en sus caminos, es decir, en los caminos de la vida, de la alegría, de la paz”.

“El discernimiento, de hecho, no se centra simplemente en el bien o en el máximo bien posible, sino en lo que es bueno para mí aquí y ahora: sobre esto estoy llamado a crecer, poniendo límites a otras propuestas, atractivas pero irreales, para no ser engañado en la búsqueda del verdadero bien. Hermanos y hermanas, es necesario entender, ir adelante en la comprensión de lo que sucede en mi corazón. Y para esto hace falta el examen de conciencia, para ver qué ha sucedido hoy. ‘Hoy me he enfadado, no he hecho eso’, pero ¿por qué? Ir más allá del porqué es buscar la raíz de estos errores. ‘Hoy he sido feliz, estaba molesto porque tenía que ayudar a esa gente, pero al final me he sentido pleno, plena por esa ayuda’, y está el Espíritu Santo. Aprender a leer en el libro de nuestro corazón qué ha sucedido durante la jornada. Háganlo, solo dos minutos, pero les hará bien, se los aseguro”, concluyó Francisco.

Foto © Vatican Media

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