El Papa: “Después de dos terribles guerras mundiales y en medio de tantos conflictos en todas partes, nos encontramos tambaleantes en el borde de un equilibrio frágil. Se juega con fuego, misiles y bombas”

El Papa: “Después de dos terribles guerras mundiales y en medio de tantos conflictos en todas partes, nos encontramos tambaleantes en el borde de un equilibrio frágil. Se juega con fuego, misiles y bombas”

(Ciudad del Vaticano, 4 Nov. 2022). “Lamentablemente, Oriente y Occidente se asemejan cada vez más a dos mares contrapuestos. Nosotros, en cambio, estamos aquí reunidos porque queremos navegar en el mismo mar, eligiendo la ruta del encuentro y no la del conflicto, la vía del diálogo indicada por este Foro”, resaltó el Papa Francisco en el amplio discurso que pronunció durante la clausura del “Foro de Baréin para el Diálogo: Oriente y Occidente por la Convivencia Humana”.

“Después de dos terribles guerras mundiales, después de una guerra fría que durante décadas tuvo al mundo en vilo, en medio de tantos conflictos desastrosos en todas partes del globo, entre voces de acusación, amenaza y condena, nos encontramos aún tambaleantes en el borde de un equilibrio frágil, y no queremos desplomarnos. Llama la atención una paradoja: mientras la mayor parte de la población mundial está unida por las mismas dificultades, afligida por graves crisis alimentarias, ecológicas y pandémicas, así como por una injusticia planetaria cada vez más escandalosa, algunos poderosos se concentran en una lucha decidida por intereses particulares, desenterrando lenguajes obsoletos, redefiniendo zonas de influencia y bloques contrapuestos”, denunció Francisco, quien observó que “de este modo, parece que estamos presenciando un escenario dramáticamente infantil: en el jardín de la humanidad, en vez de cuidar del conjunto, se juega con fuego, misiles y bombas, con armas que provocan llanto y muerte, llenando la casa común de cenizas y odio”.

“Estas serán las amargas consecuencias, si se siguen acentuando las oposiciones sin redescubrir la comprensión, si se persiste en la firme imposición de los propios modelos y de las propias visiones despóticas, imperialistas, nacionalistas y populistas, si no nos interesamos en la cultura de los demás, si no se escucha el clamor de la gente común y la voz de los pobres, si no se deja de distinguir de modo maniqueo quién es bueno y quién es malo, si no nos esforzamos por entendernos y colaborar por el bien de todos”, advirtió el Papa, quien reiteró que “en un mundo globalizado sólo salimos adelante remando juntos”, mientras que “si navegamos solos, vamos a la deriva”.

“El Creador nos invita a actuar, especialmente en favor de tantas de sus criaturas que todavía no encuentran suficiente espacio en las agendas de los poderosos: pobres, niños por nacer, ancianos, enfermos, migrantes. Si nosotros, que creemos en el Dios de la misericordia, no escuchamos a los indigentes y no damos voz a quien no la tiene, ¿quién lo hará? Estemos de su parte, esforcémonos por socorrer al hombre herido y probado; obrando de este modo, atraeremos la bendición del Altísimo sobre el mundo. Que Él ilumine nuestros pasos y una nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras fuerzas para que la adoración a Dios concuerde con el amor concreto y fraterno al prójimo, y para ser juntos profetas de convivencia, artífices de unidad, constructores de paz”, concluyó el Pontífice.

Foto © Vatican Media

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