El Papa a los empresarios: “Transformar la economía para que esté más atenta a los principios éticos y no se olvide de que está al servicio del ser humano, no sólo de unos pocos sino de todos, especialmente de los pobres”

El Papa a los empresarios: “Transformar la economía para que esté más atenta a los principios éticos y no se olvide de que está al servicio del ser humano, no sólo de unos pocos sino de todos, especialmente de los pobres”

(Ciudad del Vaticano, 17 Oct. 2022). “Nos toca una época con notorios desequilibrios sea económicos y sociales”, observó el Papa Francisco esta mañana durante la audiencia a un grupo de empresarios de España, recalcando que “en este contexto, es apremiante proponer una economía adecuada para contribuir a resolver las grandes problemáticas que vivimos a nivel mundial”.

“Quisiera compartirles tres ideas que me parecen oportunas para su caminar como emprendedores”, les dijo Francisco, quien indicó que “en primer lugar, está la profecía”, y al respecto, explicó que “en un contexto tan complejo como el actual, caracterizado por la guerra y la crisis ambiental”, les toca “realizar su servicio, digamos, como profetas que anuncien y edifiquen la casa común, respetando todas las formas de vida, interesándose por el bien de todos y fomentando la paz”.

“El segundo aspecto se refiere al cuidado de la relación con Dios. Primero la profecía, segundo, cuidado de la relación con Dios. Como la tierra, cuando es bien cultivada y cuidada, da abundantes frutos, así también nosotros, cuando cultivamos la salud espiritual, cuando tenemos una relación bien cuidada con el Señor, comenzamos a dar muchos frutos buenos”, resaltó el Papa, quien subrayó que “la conversión económica será posible cuando vivamos una conversión del corazón; cuando seamos capaces de pensar más en los necesitados; cuando aprendamos a anteponer el bien común al bien individual; cuando entendamos que la carestía de amor y justicia en nuestras relaciones son consecuencia de un descuido de nuestra relación con el Creador, y esto repercute también en nuestra casa común”.

“El tercer pensamiento que les comparto tiene que ver con el trabajo y la pobreza. De estos nos ha dado un importante testimonio san Francisco de Asís, que llevó adelante no sólo la restauración de la capilla de san Damián, sino que, sobre todo, contribuyó a restaurar la Iglesia de su tiempo. Concretamente, lo hizo con el amor que tuvo hacia los pobres y con su forma austera de vivir. Con los valores del trabajo y la pobreza, que implican la confianza completa en Dios y no en las cosas, se puede crear una economía que reconcilie entre sí todos los miembros de las diversas etapas de producción, sin que se desprecien mutuamente, sin que se creen mayores injusticias o se viva una fría indiferencia. Por otro lado, esto no quiere decir que se ame la miseria, la cual, por el contrario, tiene que ser combatida, y para ello ustedes tienen los buenos instrumentos, como la posibilidad de crear empleos, y contribuir así a dignificar a sus prójimos”, les dijo el Pontífice, quien los animó a “seguir transformando con creatividad el rostro de la economía, para que esté más atenta a los principios éticos y no se olvide de que su actividad está al servicio del ser humano, no sólo de unos pocos sino de todos, especialmente de los pobres”, e insistió en que “además, es importante que tome conciencia de que no está por encima de la naturaleza, sino que tiene que cuidar de ella, pues de esto dependen las generaciones futuras”.

Foto © Vatican Media

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