(Ciudad del Vaticano, 23 Sep. 2022). “Los Canónigos Regulares son misioneros porque, en virtud de su carisma, buscan siempre partir del Evangelio y de las necesidades concretas de la gente”, resaltó el Papa Francisco en su discurso a los Canónigos Regulares Premostratenses, a quienes recibió en audiencia este jueves con ocasión del IX centenario de la fundación de la Abadía de Prémontré.

“El impulso misionero de una casa premostratense se traduce en opciones concretas en el ámbito social, económico y cultural”, y a menudo, esto implica “el mantenimiento y la conservación de un patrimonio cultural y arquitectónico”, observó el Pontífice, quien enfatizó que “la actividad económica está al servicio de la misión y de la realización del carisma”, y “nunca es un fin en sí misma”.

“Cuando en una orden religiosa, incluso en una diócesis puede darse, se impone la actividad económica, se olvida a la gente y se olvida lo que dijo Jesús: que no se puede servir a dos señores. ‘O sirves a Dios – yo me esperaba que dijera ‘o al diablo’, ¿no?, no dice al diablo – o al dinero’. La idolatría del dinero. Esto nos aleja de la verdadera vocación”, advirtió Francisco.

“Por esto, siempre hay que hacerse estas preguntas sobre las consecuencias. ¿Cuáles serán las consecuencias para los pobres, para nuestros huéspedes, para los visitantes que ven nuestra actividad económica? ¿Nuestras elecciones económicas son una expresión de la sencillez evangélica o somos empresarios? ¿Favorecen la hospitalidad y la vida fraterna? No se puede servir a dos señores. Tengan cuidado”, les dijo el Papa, quien volvió a advertir que “el diablo entra por los bolsillos”.