El Papa Francisco: “Mientras afirmamos la belleza de la familia, sentimos más que nunca que debemos defenderla. No dejemos que se contamine con los venenos del egoísmo, del individualismo, de la cultura de la indiferencia y de la cultura del descarte”

El Papa Francisco: “Mientras afirmamos la belleza de la familia, sentimos más que nunca que debemos defenderla. No dejemos que se contamine con los venenos del egoísmo, del individualismo, de la cultura de la indiferencia y de la cultura del descarte”

(Ciudad del Vaticano, 26 Jun. 2022). “Mientras afirmamos la belleza de la familia, sentimos más que nunca que debemos defenderla. No dejemos que se contamine con los venenos del egoísmo, del individualismo, de la cultura de la indiferencia y de la cultura del descarte, y pierda así su ‘ADN’, que es la acogida y el espíritu de servicio. Esta es la fisonomía propia de la familia: la acogida, el espíritu de servicio dentro de la familia”, recalcó el Papa Francisco en su homilía durante la Santa Misa con ocasión del Encuentro Mundial de las Familias, en la que invitó a las familias a “no tener otras prioridades, a ‘no volverse atrás’, es decir, a no echar de menos la vida de antes, la libertad de antes, con sus ilusiones engañosas”.

“Cuando no se acoge la novedad de la llamada de Dios, la vida se fosiliza, añorando el pasado. Y este camino de estar echando de menos el pasado y no acoger las novedades que Dios nos manda, nos fosiliza, siempre; nos vuelve duros, no nos hace humanos. Cuando Jesús llama, también al matrimonio y a la familia, pide que miremos hacia adelante y siempre nos precede en el camino, siempre nos precede en el amor y en el servicio. Quien lo sigue no queda defraudado”, enfatizó Francisco, quien recordó que el tema de este décimo Encuentro Mundial de las Familias es “El amor familiar: vocación y camino de santidad”, y en este sentido, los animó a “retomar con decisión el camino del amor familiar, compartiendo con todos los miembros de la familia la alegría de esta llamada”.

“Y no se trata de un trayecto fácil, no; no es un camino fácil. Habrá momentos de oscuridad, momentos de dificultad en que pensaremos que todo se acabó. Que el amor que viven entre ustedes sea siempre abierto, extrovertido, capaz de ‘alcanzar’ a los más débiles y a los heridos que encuentran a lo largo del camino; frágiles en el cuerpo y frágiles en el alma. El amor, en efecto, también el familiar, se purifica y se refuerza cuando se da. La apuesta por el amor familiar es valiente; hace falta valor para casarse”, resaltó el Papa, quien observó que “vemos a tantos jóvenes que no tienen el valor de casarse”.

“Muchas veces alguna mamá me dice: ‘Haga algo, hable con mi hijo, ¡ya tiene 37 años y no se casa!’. ‘Pero, señora, no le planche las camisas, empiece a alejarlo un poco, deje que salga del nido’. Porque el amor familiar empuja a los hijos a volar, les enseña a volar y los anima a volar. No es un amor posesivo, sino de libertad; siempre. Y luego, en los momentos difíciles, en las crisis – todas las familias tienen crisis, todas pasan por ellas -, por favor, no tomar la salida fácil: ‘Regreso con mamá’. No lo hagan. Sigan adelante, con esta apuesta valiente. Habrá momentos duros, habrá momentos difíciles, pero hay que seguir adelante, siempre. Tu marido, tu mujer, tiene esa chispa de amor que experimentaron al principio; dejen que salga de su interior, descubran de nuevo el amor. Esto los ayudará mucho en los momentos de crisis. La Iglesia está con ustedes. De hecho, la Iglesia nació de una Familia, la de Nazaret, y está formada principalmente por familias. Que el Señor los ayude cada día a permanecer en la unidad, en la paz, en la alegría y también en la perseverancia en los momentos difíciles, esa perseverancia fiel que nos hace vivir mejor y que muestra a todos que Dios es amor y comunión de vida”, concluyó el Pontífice.

Foto © Vatican Media

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