El Papa Francisco: “Hacer el bien no denota debilidad, sino una gran fuerza interior. Debemos hacer el bien sin buscar el aplauso”

El Papa Francisco: “Hacer el bien no denota debilidad, sino una gran fuerza interior. Debemos hacer el bien sin buscar el aplauso”

(Ciudad del Vaticano, 26 Jun. 2022). “Cuando, aunque hagamos el bien, quizás con sacrificio, en lugar de acogida encontramos una puerta cerrada, entonces surge la ira: incluso intentamos involucrar a Dios mismo, amenazando con castigos celestiales. Jesús, en cambio, recorre otro camino, no el camino de la rabia, con la firme decisión de ir hacia adelante que, lejos de traducirse en dureza, implica calma, paciencia, longanimidad, sin por ello aflojar lo más mínimo en nuestro empeño por hacer el bien”, explicó el Papa Francisco este mediodía en su meditación previa al Angelus.

“Esta forma de ser no denota debilidad, no, sino, por el contrario, una gran fuerza interior. Dejarse vencer por la ira en la adversidad es fácil, es instintivo. Lo difícil, en cambio, es dominarse a sí mismo, haciendo como Jesús”, agregó Francisco, quien explicó que “esto significa que cuando encontremos cerraduras, debemos recurrir a hacer el bien en otro lugar, sin recriminaciones”, y “así, Jesús nos ayuda a ser personas serenas, contentas con el bien que hemos hecho y sin buscar la aprobación humana”.

“Ahora preguntémonos, ¿Cuál es nuestra posición? Ante los desacuerdos, los malentendidos, ¿nos dirigimos al Señor, le pedimos su constancia para hacer el bien? ¿O buscamos la confirmación en los aplausos y acabamos amargados y resentidos cuando no lo escuchamos? ¿Cuántas veces, consciente o inconscientemente, buscamos el aplauso, la aprobación de los demás? ¿Y lo hacemos por los aplausos? No, eso no está bien. Debemos hacer el bien por el servicio y no buscar el aplauso. A veces creemos que nuestro fervor se debe a un sentimiento de rectitud por una buena causa, pero en realidad la mayoría de las veces no es más que orgullo, combinado con debilidad, susceptibilidad e impaciencia. Pidamos entonces a Jesús la fuerza para ser como Él, para seguirlo con firmeza por el camino del servicio. No ser vengativos, no ser intolerantes cuando surgen dificultades, cuando nos gastamos para bien y los demás no lo entienden, o cuando nos descalifican. No: silencio y adelante. Que la Virgen María nos ayude a hacer nuestra la firme decisión de Jesús de permanecer en el amor hasta el final”, pidió el Papa.

Foto © Vatican Media

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