El Papa Francisco en la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo: “Nuestra adoración eucarística encuentra su verificación cuando cuidamos del prójimo”

El Papa Francisco en la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo: “Nuestra adoración eucarística encuentra su verificación cuando cuidamos del prójimo”

(Ciudad del Vaticano, 19 Jun. 2022). “En Italia y en otros países hoy se celebra la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo. La Eucaristía, instituida en la Última Cena, fue como el punto de llegada de un recorrido, a lo largo del cual Jesús la había prefigurado a través de algunos signos, sobre todo la multiplicación de los panes, narrada en el Evangelio de la Liturgia de hoy”, explicó el Papa Francisco este mediodía en su meditación previa al Angelus.

“A veces se corre el riesgo de confinar la Eucaristía a una dimensión vaga, lejana, quizá luminosa y perfumada de incienso, pero lejos de las situaciones difíciles de la vida cotidiana”, observó el Papa, quien resaltó que “en realidad, el Señor se toma en serio todas nuestras necesidades, empezando por las más elementales”, y “quiere dar ejemplo a los discípulos diciendo: «Dadles vosotros de comer», a esa gente que lo había escuchado durante la jornada”.

“Nuestra adoración eucarística encuentra su verificación cuando cuidamos del prójimo, como hace Jesús: en torno a nosotros hay hambre de comida, pero también de compañía, hay hambre de consuelo, de amistad, de buen humor, hay hambre de atención, hay hambre de ser evangelizados. Esto encontramos en el Pan eucarístico: la atención de Cristo a nuestras necesidades, y la invitación a hacer lo mismo hacia quien está a nuestro lado. Es necesario comer y dar de comer”, indicó Francisco, quien agregó que “además del comer, no debe faltar el quedar saciados”.

“¡La multitud se sació por la abundancia de comida, y también por la alegría y el estupor de haberlo recibido de Jesús! Ciertamente necesitamos alimentarnos, pero también quedar saciados, saber que el alimento nos es dado por amor. En el Cuerpo y en la Sangre de Cristo encontramos su presencia, su vida donada por cada uno de nosotros. No nos da solo la ayuda para ir adelante, sino que se da a sí mismo: se hace nuestro compañero de viaje, entra en nuestras historias, visita nuestras soledades, dando de nuevo sentido y entusiasmo. Esto nos sacia, cuando el Señor da sentido a nuestra vida, a nuestras oscuridades, a nuestras dudas, pero Él ve el sentido y este sentido que nos da el Señor nos sacia, esto nos da ese ‘algo más’ que todos buscamos: ¡es decir la presencia del Señor! Porque al calor de su presencia nuestra vida cambia: sin Él sería realmente gris. Adorando el Cuerpo y la Sangre de Cristo, pidámosle con el corazón: ‘¡Señor, dame el pan cotidiano para ir adelante, Señor sáciame con tu presencia!’. Que la Virgen María nos enseñe a adorar a Jesús vivo en la Eucaristía y a compartirlo con nuestros hermanos y hermanas”, pidió el Pontífice.

Foto © Vatican Media

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