El Papa a las Iglesias Ortodoxas Orientales: “La unidad no es la uniformidad, ni el fruto de compromisos o de frágiles equilibrios diplomáticos. La unidad es la armonía en la diversidad de carismas suscitados por el Espíritu”

El Papa a las Iglesias Ortodoxas Orientales: “La unidad no es la uniformidad, ni el fruto de compromisos o de frágiles equilibrios diplomáticos. La unidad es la armonía en la diversidad de carismas suscitados por el Espíritu”

(Ciudad del Vaticano, 3 Jun. 2022). “La unidad es un don, un fuego que viene de lo Alto”, recordó el Papa Francisco en su discurso a una delegación de jóvenes sacerdotes y monjes de las Iglesias Ortodoxas Orientales, a quienes recibió en audiencia este mediodía.

“La consecución de la unidad no es principalmente un fruto de la tierra, sino del Cielo; no es ante todo el resultado de nuestro compromiso, de nuestros esfuerzos y de nuestros acuerdos, sino de la acción del Espíritu Santo, al cual debemos abrir los corazones con confianza para que nos conduzca por los caminos de la plena comunión”, recalcó el Papa, insistiendo en que “la unidad es una gracia, un don”.

Tras subrayar que “una segunda enseñanza de Pentecostés es que la unidad es armonía”, Francisco enfatizó en que “la unidad no es la uniformidad, ni tampoco el fruto de compromisos o de frágiles equilibrios diplomáticos”, sino que “la unidad es la armonía en la diversidad de carismas suscitados por el Espíritu”, porque “el Espíritu Santo ama suscitar tanto la multiplicidad como la unidad, como en Pentecostés, donde las diferentes lenguas no se redujeron a una sola, sino que se asimilaron en su pluralidad”.

“Una tercera enseñanza del día de Pentecostés es que la unidad es un camino. No es un proyecto para escribir, un plan estudiado en el escritorio; no se logra con el inmovilismo, sino con el movimiento, con el nuevo dinamismo que el Espíritu, a partir de Pentecostés, le imprime a los discípulos”, indicó el Papa, quien también resaltó un último aspecto, es decir que “la unidad no es un fin en sí misma, sino que está ligada a la fecundidad del anuncio”, como pidió Jesús: “Que todos sean uno… para que el mundo crea”.

“Queridos hermanos, que la cruz de Cristo sea la brújula que nos orienta en el camino hacia la plena unidad. Porque en ese madero es donde Cristo, nuestra paz, nos ha reconciliado, reuniéndonos a todos en un solo pueblo”, recordó Francisco.

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