(Ciudad del Vaticano, 13 May. 2022). “El tema de la natalidad representa una verdadera emergencia social. No es inmediatamente perceptible, como otros problemas que ocupan las noticias de actualidad, pero es muy urgente: cada vez nacen menos niños y esto significa empobrecer el futuro de todos”, advirtió el Papa Francisco en el saludo que envió a los participantes en la segunda edición de los Estados Generales de la Natalidad, que se está llevando a cabo en Roma.

“Existe una periferia existencial en Occidente, poco vistosa, que no se nota inmediatamente. Es la de las mujeres y los hombres que tienen el deseo de tener un hijo, pero no logran realizarlo”, y entonces “se conforman con sucedáneos mediocres, como los negocios, el automóvil, los viajes, la custodia celosa del tiempo libre”, señaló el Papa, quien observó que de ese modo “la belleza de una familia rica de hijos corre el riesgo de convertirse en una utopía, un sueño difícil de realizar”.

“Esta es una nueva pobreza que me asusta”, dijo Francisco, quien recalcó que se trata de “una pobreza trágica, porque afecta a los seres humanos en su mayor riqueza: traer vidas al mundo para cuidarlas, transmitir a otros con amor la existencia que han recibido”, y por ello, “no ver el problema de la disminución de la natalidad es una actitud miope”.

“Las cosas pueden cambiar si, sin miedo, más allá de los intereses partidistas y las barreras ideológicas, nos comprometemos juntos. Por eso espero que a todos los niveles – institucional, mediático, cultural, económico y social – se promuevan, mejoren y apliquen políticas concretas destinadas a relanzar la natalidad y la familia”, indicó el Papa, quien enfatizó que “es hora de dar respuestas reales a las familias y a los jóvenes”, pues “la esperanza no puede ni debe morir de espera”.