El Papa Francisco en Malta: “La expansión de la emergencia migratoria exige respuestas amplias y compartidas. No pueden cargar con todo el problema sólo algunos países, ante la indiferencia de otros”

El Papa Francisco en Malta: “La expansión de la emergencia migratoria exige respuestas amplias y compartidas. No pueden cargar con todo el problema sólo algunos países, ante la indiferencia de otros”

(Ciudad del Vaticano, 2 Abr. 2022). “La expansión de la emergencia migratoria – pensemos en los refugiados de la martirizada Ucrania – exige respuestas amplias y compartidas. No pueden cargar con todo el problema sólo algunos países, ante la indiferencia de otros”, señaló el Papa Francisco en su primer discurso en Malta, durante el encuentro con las autoridades y el cuerpo diplomático, en el que recalcó que “el Mediterráneo necesita la corresponsabilidad europea, para convertirse nuevamente en escenario de solidaridad y no ser la avanzada de un trágico naufragio de civilizaciones”.

“El mare nostrum no puede convertirse en el cementerio más grande de Europa”, reiteró el Papa, quien recordó que, en su última travesía en el Mediterráneo, San Pablo llegó de manera inesperada y fue socorrido. “En nombre del Evangelio que él vivió y predicó, ensanchemos el corazón y redescubramos la belleza de servir a los necesitados”, exhortó Francisco, quien indicó que mientras que hoy prevalece el miedo y “la narrativa de la invasión”, y el objetivo principal parece ser “la tutela de la propia seguridad a cualquier costo”, no se debe ver al migrante como una amenaza y no se debe ceder a “la tentación de alzar puentes levadizos y de erigir muros”, pues “el otro no es un virus del que hay que defenderse, sino una persona que hay que acoger”.

“El ideal cristiano siempre invitará a superar la sospecha, la desconfianza permanente, el temor a ser invadidos, las actitudes defensivas que nos impone el mundo actual”, recordó el Papa, reiterando lo que indica en su Exhortación apostólica Evangelii gaudium. “¡No dejemos que la indiferencia desvanezca el sueño de vivir juntos!”, pidió Francisco, quien observó que “es triste ver cómo el entusiasmo por la paz, que surgió después de la segunda guerra mundial, se haya debilitado en los últimos decenios, así como el camino de la comunidad internacional, con pocos poderosos que siguen adelante por cuenta propia, buscando espacios y zonas de influencia”.

“Ayudémonos a escuchar la sed de paz de la gente, trabajemos para poner las bases de un diálogo cada vez más amplio, volvamos a reunirnos en conferencias internacionales por la paz, donde el tema central sea el desarme, con la mirada dirigida a las generaciones que vendrán. Y que los cuantiosos recursos que siguen siendo destinados a los armamentos se empleen en el desarrollo, la salud y la alimentación”, exhortó el Papa.

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